Futbol

A Boy se lo lleva el Diablo

Cruz Azul vuelve a caer en casa y la afición pide la cabeza del “Jefe” tras ver a un equipo sin idea

Toluca sólo pudo anotar una vez en el juego de anoche, aunque tuvo varias ocasiones para marcar más (MARCOS DOMÍNGUEZ. IMAGO7)
20/09/2016 |23:28Redacción |
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

Apretó la mandíbula justo antes de ingresar por la escalera que conecta con el vestuario en el estadio Azul. La sonora rechifla fue lo de menos para Tomás Boy, quien continúa sin ganar dos partidos ligueros consecutivos al frente de La Máquina.

Dolorosa imagen que comienza a mutar en hábito para el golpeado pueblo celeste. La ilusión renació, aunque sea un poco, con la goleada sobre los Jaguares de Chiapas, pero el Toluca asestó un golpe de realidad al Cruz Azul.

Porque el 1-0 que reflejó el vetusto marcador electrónico en la antigua Ciudad de los Deportes resultó corto para lo mostrado sobre el lienzo verde. Además de superarlos futbolística y anímicamente, los Diablos Rojos se dieron el lujo de mostrar piedad ante los Cementeros.

Newsletter
Recibe en tu correo las noticias más destacadas para viajar, trabajar y vivir en EU

Demasiado masoquismo para Hernán Cristante, quien se abrazó con sus auxiliares tras el silbatazo final del joven árbitro Diego Montaño. No era para menos. De a poco, los mexiquenses dejan de ser un equipo que deambula en la parte media de la clasificación y se convierten en sólido aspirante para estar en la Liguilla.

Orden defensivo, velocidad e inteligencia integran el combo que les permite soñar con lo más alto, además de sumar 10 encuentros sin revés, si se toma en cuenta Liga y Copa (seis victorias y cuatro empates).

Presente muy distinto al de los azules, quienes alargarán su racha sin poder hilar victorias en la hoy llamada Liga MX. No lo hacen desde el 8 de agosto del año anterior, cuando se impusieron al León (2-0) y venían de derrotar al Guadalajara (1-0). Sergio Bueno les dirigía.

Su relevo ha sido incapaz de otorgar regularidad al equipo. Ha hecho de lo impredecible algo natural en un equipo capaz de jugar por nota o extraviarse sobre el campo, como sucedió anoche.

El ingreso de Christian Giménez, para el comienzo de la segunda mitad, sólo sirvió para animar a esos aficionados que exigieron al unísono las salidas del “Jefe” y Érick “Cubo” Torres. Por ahora se les cumplió con el delantero, quien se perdió los últimos siete minutos a causa de una lesión en la rodilla izquierda.

Enésima calamidad para el Cruz Azul, cuya esperanza se cifró gracias a la falta de puntería de Fernando Uribe, cualidad que sí presumió el volante argentino Pablo Barrientos durante aquella jugada en la que el delantero colombiano aprovechó la falta de coordinación en la zaga local y mandó el esférico al fondo del arco de José de Jesús Corona (13’).

Suficiente para imponerse a ese “gigante” que no despierta. Boy lo sabe. Por eso, sólo atinó a apretar la mandíbula.