Puebla.— Lejos han quedado los tiempos en los que Alfredo Talavera salía a la cancha ataviado en un suéter rosa, como para querer llamar la atención por el color, no por sus reacciones debajo del marco del Guadalajara. Lejos están los tiempos en que Alfredo Talavera era comparado en todo lo que hacía, desde caminar hasta lanzarse como Oswaldo Sánchez, su maestro y rival en la portería de las Chivas.

Lejos están esos tiempos.

Después de un efímero paso por los Tigres, el portero llegó al Toluca donde ha hecho olvidar a otros histórico como lo fue y lo es Hernán Cristante.

Hoy, Cristante desde la banca mira a Alfredo como su estandarte, fue la figura en el triunfo de 0-2 sobre Puebla. Los goles de Fernando Uribe (11’) y de Erbin Trejo (52’), sólo taparon que los Rojos no acaban de dar el estirón. El marcador es más que engañoso y si no fuera para la actuación de Talavera, quizá los de La Franja estarían celebrando un triunfo de tres goles o más.

Entre lo bueno que se vio en Puebla fue el regreso de Christian Bermúdez, después de semana y medio de estar preso por no cumplir sus obligaciones hacia con sus hijos.

El “Hobbit” poco pudo hacer por su equipo, pero por lo menos puso más tranquilidad en un vapuleado cuadro camotero.

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