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Salvador de Bahía.— Goles como obligación. Celebrar todas las veces que se pueda es la misión de la Selección Olímpica. Tiene un equipo amateur enfrente como Fiji. Los jugadores tricolores saben que no puede ser un triunfo ajustado. Ni hablar de empate o imaginar una derrota.

A las 11 de la mañana, tiempo del centro de México, el combinado verde regresa a la Arena Fonte Nova a enfrentarse a la escuadra más débil del certamen de futbol en Río 2016. El representante de Oceanía se llevó un marcador en contra de 8-0 en su presentación ante Corea del Sur. Es ganar, gustar y vapulear, según explican los propios dirigidos por Raúl Gutiérrez.

“Se toma como todos los demás, es importante respetar al que viene y eso es hacerle la mayor cantidad de goles. El exceso de confianza es perjudicial”, alerta el volante Michael Pérez.

“Con el marcador que se dio contra los coreanos, es posible [anotarles varias veces], sin faltar al respeto, sin burlarnos. Respetarlos es meterle el mayor número de goles”, sentencia el futbolista del Guadalajara.

Los fijianos recibieron nueve disparos a gol y sólo uno no entró a su portería en la presentación olímpica. En cambio, México, contra Alemania, desperdició al menos tres acciones para aspirar a ganar su encuentro pasado y terminó por ceder el empate. La historia tiene que cambiar ahora.

Los asiáticos lideran el Grupo C, con tres puntos, seguido del Tri y Alemania (uno); en el fondo está Fiji (cero). Sector apretado, por lo que las dianas pueden ser factor de desempate para definir un boleto a cuartos de final.

“Claro, hay que llevarnos la mayor cantidad de goles, porque para cualquier criterio de desempate es tener ventaja”, conmina Pérez.

Golear sí o sí a un equipo de amateurs.

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