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Río de Janeiro.— El centrocampista del Chelsea, John Obi Mikel, y el delantero de la Roma, Sadig Umar, guiaron a Nigeria hacia la medalla de bronce, al derrotar 3-2 a Honduras.
Al minuto 34, el atacante Umar anotó el 1-0 para las Águilas Negras que hacía justicia al encuentro.
El cuadro africano mostró más ambición que su adversario. Los hondureños se desmoronaron con el paso de los minutos. Asumió su derrota al inicio de la segunda mitad, cuando el conjunto verde ensanchó definitivamente la distancia con el segundo y el tercer tanto.
Mikel lideró el triunfo nigeriano. Intervino en los tres goles y tiró de galones en el centro del campo, donde impuso su fortaleza. Presente en las dos áreas cuando fue necesario, fue el que marcó el ritmo del juego de las Águilas. Encontró la sociedad adecuada con Sadig Umar, quien acabó el partido de consolación con un doblete.
Honduras vio cerca el milagro, pero no lo encontró. Al 70’, un cabezazo de Anthony Lozano marcó el primer gol de esperanza.
Marcelo Pereira a los 85’ ilusionó todavía más a los catrachos. Pero el tiempo no le alcanzó a Honduras para pelear la medalla, que hacía rato que descansaba en manos del equipo que más lo mereció.
