Futbol

Jaguares le teme a la CNTE

Chiapas se ha visto en algunos inconvenientes por el conflicto magisterial en el estado

Imago7
01/08/2016 |23:15Redacción |
Redacción El Universal
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Cada vez que se acerca la fecha para disputar un partido, los Jaguares de Chiapas se ponen nerviosos y no por el enfrentamiento, sino porque ignoran si podrán llegar a la sede del juego o si los rivales podrán arribar.

El conflicto magisterial que ha subido de tono en Tuxtla Gutiérrez ha afectado a los Jaguares, que tienen que hacer negociaciones con los representantes del CNTE para que los dejen llegar al aeropuerto y también para que dejen pasar a los equipos que llegan de visita. Hasta el momento, los chiapanecos han encontrado buena disposición por parte de los líderes magisteriales, pero saben que esto puede cambiar de un momento a otro y entonces... ¿qué es lo que va a pasar?

El Tri cuida sus documentos

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En la Selección Mexicana se acaba de instaurar una regla que parece graciosa, pero es por la seguridad de cada uno de sus integrantes. En caso de que alguno de los jugadores olvide la acreditación de atleta olímpico o su pasaporte, recibirá una pamba por parte del resto.

Ayer le tocó a César Montes y a Rodolfo Pizarro. Pareciera un tema inocente, pero como suele estar la delincuencia en este tipo de justas, la delegación tricolor quiere que nada extracancha ocurra a los jugadores y que pudiera ocasionar problemas.

Los encargados de revisar las credenciales para accesar a las instalaciones de Río 2016 suelen ser quisquillosos y quien no porte la suya, no entra. Además, se evita que en caso de que haya robos en el hotel de concentración no se lleven los documentos.

Transporte insuficiente en Río

Llegar a la villa de atletas o a los hoteles cercanos al Parque Olímpico de Río 2016 puede resultar un verdadero suplicio. Aunque los organizadores cuentan con un patrocinador automotriz, las unidades han resultado insuficientes para transportar a los invitados especiales.

La espera se prolonga hasta por más de una hora, lo que, aunado al intenso tráfico en la sede olímpica, termina por hartar a los visitantes. Tomar un taxi es una opción poco factible para algunos, pues el costo va desde los 140 a los 200 reales, unos mil 200 pesos mexicanos.

Aunque los voluntarios se muestran amables y apenados todo el tiempo, no pueden evitar gestos de fastidio de los recién llegados, quienes no pararon de criticar al Comité Organizador por este contratiempo.