El Tri Olímpico pudo haber confeccionado un plantel aderezado con elementos del calibre de Raúl Jiménez, Andrés Guardado, Jesús Manuel Corona y hasta Javier Hernández. Sin embargo, las negociaciones fallaron.

La razón, dice Dennis te Kloese, es que no existe una regla que pudiera obligar a los clubes europeos a ceder a sus jugadores. Por más que hubiera existido un compromiso de palabra, “si a la mera hora decían que ‘no’, podíamos hacer lo que fuera y estaba descartado que jugaran con nosotros”.

Ese póker de jugadores nacionales participó en el conjunto mexicano que quedó fuera en los cuartos de final de la Copa América Centenario.

La posibilidad de que hicieran el “doblete” veraniego con los Juegos Olímpicos se abrió. Guardado y Jiménez mostraron el interés en adherirse al grupo que comanda Raúl Gutiérrez.

Al final, el Benfica y el PSV Eindhoven no dieron su brazo a torcer y decidieron mantener a sus elementos para realizar la pretemporada rumbo al siguiente año futbolístico en Europa.

“Se pudieron haber quedado sin los dos torneos. Como no hay una regla de por medio, que obligue a los jugadores a ir a los Juegos Olímpicos, como Raúl Jiménez, no lo querían prestar, si no va a Copa América, te dicen siempre no”, reconoce Te Kloese.

“Es una gestión sumamente tardada en hablar y los jugadores que estén en Europa tengan una oportunidad. Como no hay regla, no puedes hacer nada. Puedes brincar del quinto piso y no pasa nada, al final, no te los prestan para los Olímpicos”, apunta.

El “Potro” se tuvo que conformar con incorporar a futbolistas de la Liga MX como Alfredo Talavera (Toluca), Oribe Peralta (América) y Jorge Torres Nilo (Tigres).

Dice Gutiérrez que está contento con esos refuerzos mayores “porque es el plus que necesitamos para enfrentar esta competencia que es única”. El seleccionador no pudo tener un equipo más “europeo”.

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