Río de Janeiro.— Suecia elevó ayer martes el listón de historia futbolística al clasificarse por primera vez a la final del futbol femenino de los Juegos Olímpicos con un golpe maestro que podría llamarse “Maracanazo”, pues la víctima fue la selección brasileña en una tanda de penaltis que perdieron por 3-4.

Las brasileñas tendrán que conformarse con la lucha por el bronce este viernes frente a las canadienses. Suecia, que no había alcanzado un podio olímpico en futbol femenil, busca todo el botín en Río.

Las suecas, con un estilo de juego defensivo que viene siendo discutido desde que la estadounidense Hope Solo las llamó “cobardes”, dejaron que todo el desgaste lo hicieran las anfitrionas.

Sin goles, la serie debió ir a la prórroga y a la tanda de penaltis, donde la guardameta Hedvig Lindahl terminó convertida en heroína al detener dos lanzamientos. Cristiane y Andressinha fueron sus víctimas.

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