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Brasilia.— Decio de María no detuvo su paso. Estaba en soledad. No lo acompañaba alguien. Ni siquiera un jugador, miembro del cuerpo técnico u otro federativo.
El presidente de la Federación Mexicana no dio una explicación en Brasil del segundo fracaso que suma su administración en este verano. Evitó el contacto con los medios. No les expresó una palabra, con una mueca rechazó dar alguna declaración acerca del fracaso olímpico.
Encontró un pasillo por el cual seguir su camino sin ser molestado o cuestionado. Hoy estará aterrizando en la Ciudad de México. Hay una conferencia organizada por la Femexfut, aunque es una incógnita si comparecerá.
En otro vuelo, alejado de la muchedumbre, Guillermo Cantú, secretario general, y Juan Carlos Osorio, técnico nacional, marcharon a la incógnita. Osorio se negó a hablar, como lo ha hecho durante toda su estancia en Brasil, en tanto que Cantú aceptó: “No estar en el podio es un fracaso. No hubo goles, no fuimos efectivos, pero esto no termina”, mencionó a ESPN.
