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Fueron piezas clave en la llegada del formato de competencia que cumple 20 años, pero hoy reconocen que la mayoría de los beneficios son económicos, por lo que algunos ex directivos del balompié nacional aceptan que sería mejor volver a un torneo por año.
“Yo implementé los torneos cortos. Fue una propuesta, y la tengo que reconocer, de mi comité directivo, a través de Juan Antonio Hernández. Él tenía al Toros Neza”, recuerda José Antonio García, ex propietario del Atlante y quien también fungió como presidente de la Rama de la Primera División hace dos décadas. “Lo pusimos a consideración del comité directivo, trabajamos en el proyecto, vimos pros y contras. Funcionó”.
“Hoy ha dado resultado en el aspecto comercial. A lo mejor, en el deportivo es mucho el desgaste, por tantas competencias, pero ya son 20 años y ha sido comercialmente un éxito”.
El problema es que la balanza luce considerablemente cargada hacia el ámbito económico, el cual –según revela Rafael Lebrija— fue el principal factor por el que se decidió hacer el cambio.
“Convenía tener dos Liguillas al año y, por razones económicas, se llevó a cabo. Caminó para algunos equipos, no todos, porque si nos ponemos a pensar cuántos participan en la fase final: son ocho, de los que sólo cuatro van a tener un partido más [como locales], porque es a eliminación directa”, subraya el ex directivo del Toluca, Guadalajara, Atlas y del máximo circuito. “Sería bueno que escuchen a la gente de futbol y no estén tomando decisiones absurdas. Con todo el respeto que me merecen los dueños [de los clubes], quienes están arriesgando su dinero, tienen que oír a la gente que sabe de futbol, porque se les ha olvidado el aspecto deportivo”.
Los severos problemas de calendarización es otro de los factores por los que la idea de volver al llamado “torneo largo” es apoyada.
“Hay muchas razones para que se haga un torneo, en lugar de tener estos dos, que complican mucho. Es más, recordamos que si el América llega a la final en éste que se encuentra próximo a empezar, la jugará hasta cerca de Navidad, ya que tiene que ir a Japón para participar en la Copa Mundial de Clubes”, sentencia Lebrija. “Definitivamente, no fue una buena idea.
