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Sólo Velibor Milutinovic, el famoso “Bora”, ha salido con la cabeza en lo alto como europeo en su estancia en los Pumas de la Universidad. El resto de los jugadores del viejo continente que han recaído en Ciudad Universitaria han pasado de noche, lo que se espera no suceda con los españoles Abraham González y Saúl Berjón.

Bora llegó en 1972 y no se volvió a ir, se retiró en el 76, para tomar las riendas de la dirección técnica.

Pero los que vinieron después a CU, poco o nada aportaron.

El alemán Jean Wilrich arribó procedente del Indoor Soccer estadounidense para la campaña 1979-80, donde poco figuró. Su paso es poco recordado, al igual que su compatriota Gert Wicherkosky, quien apenas anotó un gol en ese mismo torneo.

Miroslav Cermelj de Yugoslavia llegó en 1997 procedente del Partizán. Jugó 14 partidos y anotó un gol, destacándose más que nada por su juego rudo.

A los 38 años, el alemán Bernd Schuster hizo su aparición en CU. Después de nueve partidos rompió su contrato y se regresó a Europa para comenzar su carrera como técnico.

El más reciente europeo en llegar a Pumas fue el español Luis García Sanz. Después de buenas temporadas en Puebla, salió su lado conflictivo y fue desechado a la banca o a la tribuna. Sólo anotó siete goles en casi 50 partidos.

Los dos más recientes refuerzos: Saúl Berjón y Abraham González Casanova, no vienen con las mejores credenciales para cambiar esta mala historia.

Berjón, proveniente del Eibar, jugó un total de 53 partidos en dos campañas y sólo marcó seis tantos. Sus últimos meses en el equipo vasco no fueron nada agradables, ya que además de la muerte de su padre, fue prácticamente olvidado por el técnico para alinearlo como titular.

“No es agradable, obviamente, pero tengo la conciencia tranquila. Trabajé igual que lo he venido haciendo siempre desde que llegué al Eibar, lo demás no lo sé”, dijo el extremo para el Diario Vasco.

En tanto que González Casanova vivió lo mismo, en la recta final del torneo pasado ya no apareció en las alineaciones. En la temporada 2015-2016. Jugó sólo 26 partidos, 24 de Liga y dos de Copa y marcó un gol.

Cristina Navarro del diario Marca de España, escribió sobre el mediocampista: “Llegó al Espanyol en julio de 2013 tras su gran campaña en el Alcorcón, pero no se ha hecho con un sitio en el bloque y ha sido un jugador bastante cuestionado por la grada. Ha alternado tramos de la temporada condenado al ostracismo con otros”.

Schuster y el dentista. El último gran “europeo” que arribó a Pumas fue el alemán Bernd Schuster, quien se dejó ver poco en la cancha, pero dejó huella en el vestidor.

“Tenía una calidad impresionante, fenomenal, pero ya llegó de 38 años”, recuerda Rafael García, canterano del Universidad, que en esos años hacía sus pininos en Primera. “Venía de no jugar mucho y el ritmo de México le pegó. Jugar a las 12 del día con la contaminación pesa para los nuevos en Pumas, además al equipo no le iba bien, en fin... No estaba a gusto, aunque se dijo que fue lo del dentista... Je, sólo se fue, pero dejó huella y su estadía sirvió mucho para la formación de los chavos”.

Para el ‘Chiquis’, no es que Pumas escoja mal a los futbolistas que vienen de Europa, “habría que ver caso a caso. Luis García Sanz, ya también llegó muy grande y reitero, no es fácil jugar en CU al mediodía y también deben darse cuenta que no todos los que lleguen serán Gignac”. Espera que Berjón y González, “entreguen buenas cuentas. Hay que exigirles, porque con esto de las nuevas reglas, hay que ver quién viene como refuerzo y quien viene por negocio”.

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