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Sus expresivos ojos hacen un esfuerzo por abrirse todavía más cuando repara en lo que sucederá el domingo. Ignacio Trelles, el director técnico más exitoso en la historia del balompié mexicano (siete títulos de Liga obtenidos), cumplirá un siglo de vida y recibe en su casa a EL UNIVERSAL para hacer un viaje por su fantástica odisea.

Es don Nacho, el hombre que dirigió a la Selección Mexicana durante su primera victoria en la historia de los Mundiales (3-1 a Checoslovaquia en Chile 1962), el que forjó una parte de esa leyenda que hoy aún hace “grande” al Cruz Azul, el que sueña con volver a ver campeona a su querida Máquina, el genuino maestro de la estrategia en México... La leyenda viva del futbol nacional.

—¿Qué le dice estar a días de cumplir 100 años?

“No acaba uno de aceptar que se presenten aspectos de la vida como éste y no sabe uno cómo llegan. Nunca pensé en eso. De repente, me encontré ya cerca, así es que me acostumbré a considerar que así es y, como llego en buenas condiciones, me da gusto”.

—¿Cómo está físicamente?

“Bien. Tengo un problema en la pierna [derecha], pero eso no me afecta en mi forma de portarme ahora que cumplo los 100”.

—¿Por qué decidió entrenar?

“Sufrí una fractura y me retiré [como futbolista]. Después de un año, ya estaba en condiciones de caminar, así es que decidí tomar el curso de árbitro. Pasé con buenas calificaciones. Y luego tomé el de entrenador, en el que también saqué buenas calificaciones. De árbitro, era correr mucho y no estaba en condiciones para eso; en cambio, de entrenador uno está sentado, caminando, en los entrenamientos no hay problema, así es que quedé bien así”.

—¿Cuál fue la clave de su éxito?

“Independientemente de que estaba en el futbol desde que era muy chico, yo estudiaba a otros entrenadores famosos para complementarme como director técnico. Cuando tenía madurez como entrenador, me iba más bien que mal en los partidos donde participaba”.

—¿De cuál de los dos Mundiales en los que dirigió a la Selección Mexicana (1962 y 1966) se acuerda más?

“Del que fue en Inglaterra. Un año antes, en un partido amistoso, Inglaterra nos había metido ocho goles. Esa vez tuve que poner al portero suplente. Estuvimos de malas y ellos de buenas, pero al año siguiente —en el Campeonato Mundial— a propósito nos pusieron en el Grupo de Inglaterra para repetir la goleada y no fue así, porque ya estaba de portero Nacho Calderón, quien era muy bueno. Le costó mucho trabajo a Inglaterra. Nos ganó, pero 2-0... Puede decirse que en ese Mundial nos fue bien: empatamos con Francia y Uruguay. Todo el mundo esperaba que nos ganaran y no fue así”.

—¿Qué le satisfizo más: dirigir al Cruz Azul o a la Selección?

“Es diferente. En la Selección, tiene uno que manifestar mucho conocimiento y espíritu de control. Ahí llegan jugadores a ver qué pasa con el entrenador, porque hay algunos que se le suben a las barbas al director técnico. Siendo yo, seleccioné a los jugadores importantes y me fue muy bien. Siempre nos tratamos bastante bien”.

—¿Cruz Azul podrá ser campeón de Liga pronto?

“Parece ser que este equipo es el mejor de los más recientes, los cuales no pudieron hacer algo. Veo mejor a éste. El entrenador casi siempre es conocido o amigo mío, pero no me meto en el primer equipo, a menos que me pregunten algo”.

—¿Qué opina de Tomás Boy?

“Tomás Boy era un excelente jugador, un ganador, pero no es el mismo como entrenador... No le ha ido tan bien”.

—¿Usted fue el mejor entrenador mexicano de la historia?

“Gané muchas cosas... Se siente muy a gusto, pero uno debe tener cuidado en no exagerar, porque es desagradable para el de enfrente que uno se crezca. Tranquilo, quedaba yo bien colocado”.

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