Beijing.— José Mourinho aseguró que dará la mano al técnico español Pep Guardiola en el duelo que ambos disputarán en Beijing, pues consideró que, a pesar de ser rivales, son grandes “profesionales”.
“Claro que le estrecharé la mano, ¿por qué no debería? No entiendo que se haga esta pregunta, ni a mí ni a él”, señaló el técnico del Manchester United, que llevó a cabo un entrenamiento en el estadio nacional de Beijing antes del amistoso de mañana contra el City, el primer duelo Mourinho-Guardiola como técnicos de ambos clubes.
El portugués recordó que trabajó tres años con Guardiola y destacó: “Éramos oponentes, pero somos profesionales. No entiendo por qué no le debería dar la mano”.
Sus declaraciones se producían poco después de que Guardiola también obviara la animadversión que ha caracterizado la relación entre los dos técnicos y considerara que no hay ninguna razón para no saludarse.
“Somos gente educada (...) Él querrá ganar y yo también. Eso es todo”, zanjó el técnico del City.
Como el español, Mourinho también destacó que su prioridad en el encuentro es que no haya lesiones, tras las lluvias que han caído sobre la capital china estos últimos días y la alta humedad que se sufre.
A ojos del técnico catalán, el United será “más fuerte” con Mourinho, con quien Guardiola ya se ha enfrentado como entrenador del Barcelona y del Bayern Munich.
“Vi el partido del United contra el Dortmund y (...) es muy pronto para saber cómo van a ser. Estoy seguro de que serán mejores que en años anteriores, con este nuevo técnico y con los buenos jugadores que ya tienen. Será un equipo fuerte”, valoró ante los medios.
Del encuentro, el director técnico Josep Guardiola reiteró su esperanza de que “no haya ningún tipo de lesiones, la integridad física de los jugadores siempre es lo más importante”, después de las fuertes lluvias que han caído en la capital estos últimos días y de la alta humedad que se siente en la urbe.
El último enfrentamiento entre Josep Guardiola y José Mourinho sobre un campo de futbol fue en 2013, en la final de la Supercopa de Europa, cuando el portugués arrancaba su segundo periplo en las filas del Chelsea y el catalán iniciaba su andadura de tres temporadas como entrenador del Bayern Munich.
