Carson.— A diferencia de la Supercopa, en la que estará en juego un boleto a la Copa Libertadores de América 2017, el choque por el Campeón de Campeones —entre los Tigres y el Pachuca— sólo ofrece la posibilidad de llevar a las vitrinas un trofeo más, pero ambos clubes adelantan que lo afrontarán con la máxima seriedad.

“Es un Campeón de Campeones. No lo vamos a tomar como preparación, porque hay un título de por medio y ambas instituciones queremos ganarlo”, afirma Ricardo Ferretti, director técnico de los felinos regiomontanos. “A cualquiera nos agradaría este trofeo. Sinceramente, no es un juego de preparación”.

Debido a que son los actuales monarcas y, por ende, su participación en el certamen anterior terminó después que la mayoría de los clubes, los Tuzos aún buscan su mejor rendimiento y apelan a la memoria colectiva, pero también desean adjudicarse el trofeo.

“Es un título, así es que tiene una importancia grande”, advierte Diego Alonso, estratega de los hidalguenses. “De ninguna manera es un partido de pretemporada y sabemos que el rival lo tomará así”.

Aunque no esté en su mejor ritmo, porque el “Tuca” admite que los Tigres no se encuentran a plenitud. No es momento de estarlo.

El ogro bigotón confía en el talento individual de un grupo que planea estar en su versión más alta a finales de noviembre, cuando se dispute la Liguilla del Apertura 2016.

“Naturalmente, nunca llegaremos al 100% a este partido, ni lo queremos, porque lo mejor es ir de menos a más, pero estamos en buen momento para jugar este partido”, subraya.

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