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edgar.luna@eluniversal.com.mx
Ángel Reyna alza la voz. Lo que ha pasado recientemente en la Selección Nacional Mexicana lo resume de la siguiente forma:
“A la Selección van amigos de los técnicos, los amigos de los más amigos... Y eso hace que nos metan siete y nada más”, menciona el ahora jugador de Toros de Celaya de la Liga de Ascenso.
Y va más allá: “No sé qué haya pasado con la Selección, pero no podemos vivir del pasado”.
El “Pleititos” está de regreso. Después de un año en el limbo por sus problemas en el Guadalajara y su desvinculación, ha firmado con el Celaya, lo que le hace “tener nuevas ilusiones. La verdad es que pensé en retirarme, pero tengo buenas amistades aquí, mucho cariño de gente de fuera del futbol. Hay gente dentro del futbol que te desanima, que te quita ese cariño por el juego”.
Tanto es ese cariño, que no le interesará que los viajes ya no sean en aviones, en su mayoría, o que los hoteles de concentración no sean de cinco estrellas. “Los que empezamos de abajo, no nos cuesta adaptarnos a luchar. Es futbol, lo que interesa es jugar. Sí, hay un cambio, pero no siempre se está arriba”.
Asegura, no es un retroceso estar en el Ascenso. “Cada quien tiene en su cabeza sus retrocesos, para mí es un reto más en mi carrera”.
Reyna, ahora vivirá de cerca la lucha de los jóvenes por trascender, por subir de categoría, a pesar de los “candados” implementados por los directivos para este torneo.
La regla 10-8, asegura, “es una mala decisión de los dueños de los equipos, pero no puedes pelear contra eso, y si peleas quedas mal y eres el complicado. Hay que seguir la carroza. Uno como futbolista no tiene el poder y los chavos que no tienen trayectoria, simplemente se la tienen que comer”.
El delantero agrega más al candente tema: “Hay jugadores de jerarquía que deberían tener pantalones y levantar la voz por los que no pueden pedir nada. Los de jerarquía van a la suya y no más. El único de jerarquía que habla es Rafa Márquez”.
Ángel Reyna no se queda callado, no se cansa de acusar y señalar, quizá por eso es que arrastra su fama de conflictivo, lo que le ha ocasionado problemas para contratarse.
Aunque él no lo ve así: “No tengo problemas para contratarme. No es mi pecado el no quedarme callado. Siempre peleo por lo que creo, por mis ideales. Si a la gente le parece bien o mal, no me interesa, peleo por lo mío, por lo que pienso que tengo la razón. A mis dos hermanos les pasó algo así por culpa de esta regla. Hay que vivirlo así, si no nos hacemos fuertes ocurrirá lo mismo siempre”.
Así que reitera, “no es que tenga problemas para firmar con alguien, es muy simple, ya no quería jugar futbol. Hoy quiero por amistad, no por otra cosa“.
Entre sus metas a corto plazo no está el regresar a la Liga MX. “Hoy quiero divertirme. No me interesa saber qué voy a hacer mañana. Diosito me dio mucho talento para jugar al futbol, no hay más, después, Dios dirá si regreso a Primera”.
Mas quien desmiente al propio Reyna es su agente, Guillermo Lara, quien revela que estuvo a punto de ficharlo con Pumas. “Su presidente [Ares de Praga] lo puso en la mesa, pero su cuerpo técnico no lo quiso, porque: ‘Se dice que esto y lo otro’. Igual pasó con Toluca, al final el ‘se dice...’. ¿Cuál ha sido el problema de Ángel?, no fue el dinero, sólo los dimes y diretes, nadie, nadie de estos equipos se han ocupado de conocerlo un poco antes de emitir un juicio contra él, pero lo importante es que está de vuelta y será el gran líder de Celaya”.
