Los futbolistas de la selección española aterrizaron hoy en el aeropuerto de Madrid, cabizbajos y en silencio, pocas horas después de entregar en París su corona continental al caer contra Italia en los octavos de final de la Eurocopa.
El equipo de Vicente del Bosque bajó del avión que lo trasladó desde el aeropuerto de La Rochelle con el mismo semblante serio con el que había subido a él.
Nada tuvo que ver esta llegada a casa con la euforia de hace cuatro años a su regreso de Kiev como campeones europeos tras vencer a Italia 4-0 en la Eurocopa celebrada en Polonia y Ucrania.
En aquel entonces, tras aterrizar, fueron recibidos por el rey Juan Carlos I en el Palacio de la Zarzuela antes de recorrer las calles de Madrid en un autobús abierto, celebrando el triunfo con miles de españoles.
Tras su llegada hoy a la capital española, los jugadores iniciaron sus vacaciones sin nada que celebrar.
España perdió el lunes 2-0 en el Stade de France ante Italia y cerró el ciclo más glorioso de su historia, en el que conquistó las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de 2010.