París.— Un gol en propia meta del defensa norirlandés Gareth McAuley permitió a Gales clasificarse para cuartos de final de la Eurocopa y detuvo en seco la aventura de sus rivales británicos (1-0).

Si en el referéndum de hace dos días para la salida del Reino Unido de la Unión Europea los galeses votaron mayoritariamente a favor del “Brexit” y en Irlanda del Norte se impuso el “no”, la ley del futbol decretó que fueran los primeros quienes siguieran vivos en Europa, en el primer duelo de la historia a eliminación directa —en una competición importante— entre dos naciones británicas.

Los de Gareth Bale se beneficiaron de un desafortunado tanto en propia meta de su homónimo McAuley, quien despejó a las redes de su portero un buen centro al área pequeña del jugador del Madrid, cuando acechaba Robson-Kanu.

Fue el epílogo de un partido trabado, denso, poco fluido y de pocas ocasiones de gol, un homenaje a un futbol a la británica pasado de moda a este lado del Canal de la Mancha, en el que los galeses propusieron más y los norirlandeses dispararon al arco contrario en mayor número de ocasiones.

Por primera vez en esta Eurocopa, Bale se fue sin marcar, pero el madridista fue elegido el hombre del partido, en una jornada histórica para su país.

El empate no hubiera sido injusto entre dos selecciones que decidieron también homenajear a los tiempos en los que en el Parque de los Príncipes de París se disputaba el Cinco Naciones de rugby.

Es seguro que ninguno de los dos se quejará del estado del césped, porque apenas lo usaron para jugar el balón, que pasó más tiempo por los aires que en la hierba.

Los galeses, debutantes en el torneo continental y que nunca antes habían conocido una fase tan avanzada de una competición grande, buscarán una plaza entre los cuatro mejores de Europa ante el vencedor del duelo de este día entre Hungría y Bélgica. Ese encuentro se disputará el viernes.

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