Río de Janeiro.— La gobernación de Río de Janeiro, que afronta una de las mayores crisis financieras de su historia, declaró el estado de calamidad pública en sus finanzas, como estrategia para cumplir sus compromisos con los Juegos Olímpicos, que comenzarán en 48 días.
La medida permite al gobierno regional adoptar medidas excepcionales, como la obtención de préstamos y la firma de contratos sin concurso público para garantizar la oferta y la “racionalización de todos los servicios públicos esenciales para la realización de los Juegos Olímpicos”, que se celebrarán del 5 al 21 de agosto.
El estado de calamidad pública también permite contraer préstamos sin la autorización del Legislativo regional.
La falta de recursos pone en riesgo desde la conclusión de una nueva línea del metro, que beneficiaría a los aficionados para su desplazamiento al Parque Olímpico, hasta el pago de las horas extra de los policías que garantizarán la seguridad durante el evento.
Niegan problemas. El comité organizador de los Juegos Olímpicos señaló que la situación calamidad pública no tendrá “impacto” en los preparativos.
“Esto no tiene impacto sobre los preparativos de los Juegos, porque el comité organizador no depende de ninguna clase de fondos gubernamentales”, dijeron fuentes del comité.
Antiterrorismo. Brasil intercambia informaciones con
83 países en un esfuerzo por prevenir atentados terroristas durante los Juegos Olímpicos Río 2016, dijo el ministro brasileño de Justicia, Alexandre Moraes: “hay 83 países que nos están pasando información sobre el asunto”.