Hungría venció a Austria en el clásico europeo (2-0), un encuentro que vivió en Burdeos su edición número 137 y en el que, además, el cancerbero magiar, Gabor Király, batió el récord de edad de la historia de la Eurocopa al jugar con 40 y 75 días de edad.

Los tantos de Adam Szalai (minuto 62), delantero del Hannover 96 de Alemania y que militó en el filial del Real Madrid entre 2007 y 2010, y el de Zoltan Stieber (minuto 87), voltearon el duelo a favor de Hungría, que hasta el tanto de Szalai estaba siendo superada por Austria.

Porque, en el combate, lento y con pocas acciones vistosas, eran los austríacos los que más proponían. Sin embargo, en cuatro minutos, Hungría tornó por completo las sensaciones del partido. Porque si en el minuto 62 se puso con 1-0 a favor, en el 66 fue expulsado Aleksandar Dragovic por una plancha a un rival que le valió la segunda amarilla.

Fue un partido con aroma a tradición. El 'clásico europeo'. El enfrentamiento que más veces se ha visto en el Viejo Continente y el segundo más visto en el mundo tras el de La Plata, que mide a Argentina con Uruguay.

El duelo tenía también un aliciente especial, que era ver en acción a Gabor Király. El meta es el "abuelo" del torneo, después de haber batido el récord de edad de la Eurocopa, que estaba en poder del alemán Lothar Matthaeus (39 años y 91 días). Kiraly jugó en Burdeos con 40 años y 75 días.

Fue la selección austríaca la que comenzó mandando en el encuentro. De hecho, tardó un minuto en asustar a los húngaros. Lo hizo David Alaba, jugador del Bayern Múnich, con una de sus especialidades. Enganchó con la zurda desde fuera del área un disparo envenenado que botó delante de Király antes de estrellarse en el palo izquierdo del cancerbero.

La ocasión fue una premonición de lo que se iba a ver en el primer acto, en el que fue el combinado dirigido por el suizo Marcel Koller, el que se apropió del balón. El partido, de ritmo lento por parte de los dos conjuntos, parecía decantarse del lado austríaco. De hecho a la oportunidad de Alaba, que en su selección juega como mediocentro de contención, le siguió otra de Zlatko Junozovic y una más de Martin Harnik, al filo del descanso.

De Hungría, poco se sabía en el primer período y tampoco en el inicio de la segunda mitad, a pesar de que Balazs Dzsudzsák gozó de una buena ocasión. Pero todo cambió a partir del, para los austríacos, fatídico minuto 62. Al gol de Szalai le sucedió la expulsión de Dragovic y ya todo fue más fácil para Hungría, que se permitió sentenciar con el tanto de Stieber casi al final.

El triunfo es el 67 de Hungría de un total de 137 choques, en los que Austria ha vencido en 40 ocasiones y en 30 se ha registrado un empate.

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