Marsella .— Vassily Berezutski, el defensa que en la previa había dicho que esperaba que tras el partido los ingleses supiesen alguno de los nombres rusos, ya tiene su recompensa. Un gol suyo, en el último minuto, dejó a Inglaterra sin la victoria que mereció, por juego y ocasiones de peligro (1-1).
Hasta esa acción, un centro cruzado al área que no supo defender la zaga inglesa, ni entender el meta Joe Hart y que, por si acaso, terminó de introducir en la meta Glushakov (72’), los ingleses dominaron un encuentro en el que pudieron lograr una victoria holgada, pero en el que también pecaron de inexperiencia, al darlo por cerrado antes de tiempo.
Inglaterra cuenta con argumentos para desarmar al rival en cualquier momento. Lo pudo hacer con un disparo de Rooney que rechazó hacia el larguero milagrosamente Akinfeev y, finalmente, lo logró al 73’, después con un precioso golpe ejecutado por Dier, perfecto de potencia y colocación.
Rusia, no creó peligro hasta ese cabezazo de Berezutki, con el rival dormido, que le dio la venganza deseada; los ingleses recordarán su complicado apellido.