Filadelfia.— Esa frialdad que le caracteriza fue simple anécdota tras el silbatazo final del árbitro chileno Julio Bascuñán. Sí, a Jürgen Klinsmann le corre hirviente sangre por las venas. Lo demostró con su efusiva celebración del dramático triunfo de Estados Unidos sobre Paraguay (1-0).

Pese a las críticas recibidas, el entrenador alemán ha cumplido la primera meta: clasificar al anfitrión a los cuartos de final de la Copa América Centenario.

Lo hizo con demasiado sufrimiento. La expulsión del zaguero DeAndre Yedlin complicó todavía más a un equipo que tuvo al meta Brad Guzan como figura. Clint Dempsey marcó el tanto del boleto (27’), pero el futbolista del Aston Villa tomó el traje de héroe.

Se lo puso en una doble atajada al delantero cruzazulino Jorge Benítez, cuando la presión guaraní era intensa. Esfuerzo estéril. El local, junto a Colombia, avanzan dentro del Grupo A. 

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