Con los mágicos pies de Dimitri Payet, la selección de Francia consiguió un triunfo agónico por 2-1 sobre Rumania en la apertura de la Eurocopa de fútbol.

El volante anotó el gol decisivo a los 89 minutos, además de asistir a Olivier Giroud en el primero, y fue el héroe de la noche en el ruidoso Stade de France.

Durante toda la noche asistió tan bien a los delanteros con sus centros precisos que alguno iba a terminar en gol. Hizo más que eso: asistió con derecha y definió el partido con un zurdazo implacable para darle la victoria a los anfitriones.

"Si alguien me decía que iba a terminar así no lo hubiese creído", confesó el hábil volante del West Ham inglés en la conferencia de prensa, minutos después de convertirse en héroe en el campo.

"Fueron muchas emociones: el estrés por el debut y mucha presión", admitió Payet, que destacó el apoyo de los hinchas "bleus" que intercambiaron emociones en la ventosa noche de Saint-Denis.

El cabezazo de Giroud hizo vibrar al estadio, con 77.115 espectadores, tras 58 minutos de angustia. Siete minutos después, enmudeció parcialmente cuando Stancu vulneró a Lloris de penal, tras haber caído él mismo por una infracción de Evra. Y, cuando el partido se extinguía, apareció el mejor jugador de la noche, Payet, para anotar con un zurdazo formidable que les da gran alivio a los anfitriones.

El pitazo final del árbitro húngaro Viktor Kassai fue un enorme desahogo para los jugadores "bleus" y también para los hinchas galos, que esperan que Francia sea protagonista hasta el final en su propio país.

Tras marcar el tanto definitivo, Payet se marchó reemplazado entre lágrimas y aplausos. "Los hinchas tienen mucha expectativa y nos ayudaron esta noche", añadió la figura.

Luego, el entrenador Didier Deschamps reconoció: "El partido de apertura es como jugar una final".

"Había mucha expectativa, nuestros hinchas tienen mucha pasión. Los jugadores saben que tienen muchas responsabilidades."

Pese a la victoria, Francia deberá ajustar varios aspectos de su juego. Principalmente, pagó la falta de partidos oficiales, ya que no compite desde el Mundial de Brasil 2014 al ser organizadora de la Euro.

El conjunto galo fue ineficaz en ataque y vulnerable en defensa.

Hasta la apertura del marcador, de un lado, Giroud y Griezmann erraban goles. Del otro, la zaga francesa tenía dolores de cabeza para controlar a Andone, el delantero rumano que milita en la segunda división española, único rival por delante de la línea de la pelota.

Las dos figuras que los medios locales y el público francés eligieron como posibles estrellas del torneo, Antoine Griezmann y Paul Pogba, jugaron muy mal y fueron reemplazadas con la indiferencia de los hinchas "bleus".

Griezmann falló dos situaciones de gol y se marchó a los 20 del complemento por Coman. Pogba, sin mostrar versatilidad en la medular, dejó el campo por Martial a falta de 15 minutos.

"No voy a ser duro con él, pero Paul puede jugar mejor que esto. Su potencial es tal que puede contribuir más que lo que hizo esta noche", reconoció Deschamps sobre el mediocampista de 23 años.

En la primera mitad, Francia tuvo cuatro oportunidades de marcar, pero careció de un juego elaborado pese al talento de sus mediocampistas y atacantes.

En un centro poblado de rumanos, la medular francesa no pudo hacer su juego. Pogba, llamado a ser estrella de la Eurocopa, no estuvo a su altura.

Rumania, con Florin Andone como única referencia en ofensiva, se las ingenió para asustar de inmediato tras encontrarse solo con la pelota en el segundo palo con un Lloris caído, que igualmente pudo frenar el tiro con los pies.

Sólo los centros de Payet -con ambas piernas- generaron peligro al portero Tatarusanu. Luego de dos envíos del volante del West Ham, en el tercer centro, Giroud conectó para el 1-0 parcial.

Pero la línea de cuatro defensas rumana estuvo bien adelantada, alejó el peligro de Tatarusanu y forzó a los delanteros franceses a jugar al límite del fuera de juego. Así cayeron cinco veces.

Rumania colonizó el medio y apostó a los envíos largos a Andonde, siempre batallando de espaldas a los centrales galos. En uno de esos roces, su compañero Stancu cayó y castigó de penal.

La sanción desde los doce pasos parecía ser más que dos puntos perdidos para Francia. Hasta que apareció la zurda salvadora de Payet para hacer vibrar al Stade de France y darle respiro a una Francia presionada por brillar en su casa y cortar la sequía de 16 años sin títulos.

Relajado por la victoria, Deschamps ya mira hacia adelante: el miércoles jugará ante Albania, en Marsella.

Inclusive, en el cierre de su rueda de prensa se permitió bromear acerca del salvador Payet: "Ahora lo voy a proteger con hielo para que no le pase nada".

Después de lo que mostró en el debut, Francia lo va a necesitar.

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