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edgar.luna@eluniversal.com.mx
Juego digno de Liguilla el que dieron América y Monterrey con un empate a tres goles que hizo vibrar el Estadio Azteca.
Las Águilas mostraron que tienen sangre, que no hubo cruda después de la ‘Concachampions’, ganada a media semana. Pero la mala noticia es que el ‘Ave’ acumuló tres juegos sin ganar en la Liga, lo que, a pesar de todo, no le perjudicó en la tabla. Continúa segundo.
Duelo digno en todos los sentidos, con técnicos que movieron sus piezas de forma inteligente y constante para que, al final, se fundieran en un empate espectacular, prometedor.
El punto es intrascendente para Rayados, líder indiscutible e inamovible del torneo, en tanto que a las Águilas les sabe a poco, dado el gran esfuerzo realizado.
El gol de Dorlan Pabón, un penalti fingido por Rogelio Funes Mori apenas al inicio del partido, pareció estropearle la fiesta al América, alegre aún por el título de la Concacaf conseguido el miércoles pasado ante Tigres. Pero no, el gol en contra picó el orgullo a las Águilas, que con todo y ausencias encontró en una formación novedosa, un futbol de posesión y rotación, de mucha tenencia y contundencia.
América había anunciado sus intenciones, cuando Peralta anotó un tanto ayudado por su brazo, lo que provocó su anulación. Sólo era el primer aviso. Osvaldito Martínez comenzó a mandar en la cancha con Rubens Sambueza como fiel escudero. El paraguayo comandó la remontada azulcrema con una volea que dejó viendo visiones a Jonathan Orozco para el empate y enseguida proyectó a la entrada de Pablo Aguilar, quien con un cabezazo que se fue anidando a segundo poste puso en ventaja a los locales.
América se hizo amo y señor del partido, aunque eso no impidió que de los pies de Pabón nacieran dos jugadas de contragolpe, mal definidas por Funes Mori. Abandonó su formación inicial el Monterrey para la segunda parte.
Mohamed cambió a línea de cuatro al fondo para luchar por el control del juego en medio campo. De entrada, la modificación le funcionó al ‘Turco’ Mohamed, ya que dejó de dar ventajas en la media y adelantó filas. La muestra más clara del momento rayado fue el gol del empate de Carlos Sánchez, después de un débil rechace de Hugo González.
A base de cambios, Ignacio Ambriz quiso igualar las fuerzas. Con la entrada de Darío Benedetto y el que Rubens Sambueza se liberara de obligaciones de marca, América niveló el juego.
La batalla se hizo de ida y vuelta. Los equipos se alargaron y las marcas se perdieron, por eso Carlos Sánchez encontró tan solo a Funes Mori para poner el 2-3 y luego Daniel Guerrero estaba tan solo frente al área rayada para con potente disparo igualar el juego a tres.
Darío Benedetto tuvo el del gane, pero el naturalizado chorreó su disparó de forma increíble, dejando al América con el orgullo intacto, mas con tres juegos de Liga sin ganar.
Eso preocupa.