Clínica de periodismo
Como si no hubieran pasado los años y estuvieran en la cancha, ex jugadores del Barcelona y el Real Madrid vivieron con pasión a la distancia el Clásico de España, que terminó con triunfo para los Meregues.
Hristo Stoichkov, Victor Baía y José Mari Bakero, ex culés, apoyaron en todo momento al equipo de Luis Enrique, en tanto que Christian Karembeu y Savio no dejaron de cantar por los blancos.
Mientras el partido estaba sumamente cerrado en su primera parte, los gemidos de angustia por parte de los ex profesionales se dejaban escuchar, además de comentar el clásico: “Yo hubiera...” , que los hacía rememorar las épocas en que ellos estaban en la cancha y había otros siguiéndolos por la televisión.
Al llegar el mediotiempo, los fanáticos que estuvieron junto a las ex estrellas viendo el juego aprovecharon para tomarse fotografías con Stoichkov, Ronald de Boer y Bakero, entre otras de las ex grandes figuras del futbol.
Comenzó la segunda parte y la tensión volvió a sentirse. Los vestidos de rosa, los del Barcelona, saltaron de sus asientos para gritar el primer gol del partido, obra del defensa Gerard Piqué, pero el gusto les duró poco, porque Benzema empató y los ex azulgrana dejaron de sonreír y carcajear.
Los nervios de los culés se dejaron notar, pues algunos como Javi Molist, se paraban y sentaban, sin dejar de soltarse el cabello. Se escuchó un grito de algarabía más fuerte que la anotación de Piqué, cuando Sergio Ramos fue expulsado, pero las sonrisas se borraron en cuanto Cristiano Ronaldo marcó el definitivo.
Se terminó el juego, pero no hubo tiempo para lamentarse, ya que de inmediato, la afición abordó a las leyendas para tomarse más fotografías, pero el más feliz era el ex merengue Savio Bortoloni, quien no paró de sonreír.
Juan Carlos Osorio. Juan Carlos Osorio, técnico de la Selección Nacional Mexicana, estuvo presente en el evento, mas el colombiano estaba más interesado en intercambiar anécdotas con los ex jugadores que en ver el partido. Al medio tiempo se tomó fotos con quien se lo pidió, alegremente, pero cuando los medios intentaron hablar con él, Osorio se enojó, regresó a su lugar, y ya no se tomó fotografías con nadie más.