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Los Pumas se aferraron a la vida. La muerte prematura no les gustaba y hoy dieron cuenta de los Xoloitzcuintles de Tijuana 3-1.
Resultado que puso a Universidad en la pelea por un boleto a la fase final con 21 puntos, luego de hilar su segundo triunfo. La última llamada en el Pedregal no fue un fiasco.
En cambio, Tijuana sufrió su cuarto revés al hilo. Comienza a despedir de la fase final y, de paso, complicar su situación porcentual para el próximo torneo. El descenso será una posibilidad latente el próximo año para la escuadra fronteriza.
Miguel Herrera ha tenido un primer torneo con Tijuana errático y sin encontrar otro camino distinto que el de la debacle.
Pumas se fue en ventaja poco antes del entretiempo. Fue obra de un hombre poco habituado a marcar. Dante López suele ser una contradicción a su posición de delantero, pero ayer fue la excepción.
Era tal la desesperación del paraguayo por anotar, que cuando vio que un tiro suyo se fue al fondo de las redes, su felicidad se notó por toda la Ciudad Universitaria.
Había pasado un año y cinco meses desde la última anotación suya, 33 partidos en los que vio actividad y se fue en blanco. Su festejo fue la demostración de que a López le urgía volver a hacer un gol al 44’.
Se sacudió el uniforme para ver si así se le va la suerte de ser incapaz de anotar. Sus compañeros acudieron a su auxilio y lo ayudaron. Romper el ayuno fue un alivio para el apodado “DL9”.
Pumas sintió alivio ante la ventaja. Sintió una alegría que pocas veces ha sentido en el torneo. Ese triunfo parcial le daba la opción de estar aferrándose a la lucha por entrar en la Liguilla.
Los Xolotizcuintles comenzaron a adquirir confianza. Los felinos del Pedregal tenían la mente relajada, como si pensaran más en el duelo de Copa Libertadores ante el Deportivo Táchira de Venezuela.
Dayro Moreno en una jugada individual en la que definió pegado al poste de Alfredo Saldívar igualó el marcador en el minuto 62’.
Lo zozobra, el desazón invadió el corazón de los fans felinos. La idea de perderse la Liguilla les aterró por unos instantes.
La respuesta a los problemas Pumas llegó al minuto 76 del partido, que amenazaba con cerrarse y encaminarse a la repartición de puntos, que poco les servía a los dos.
Javier Cortés lanzó un disparo desde afuera del área. El balón estaba ahí, a la deriva, muerto. En esa hecho, Pumas encontró la manera de aferrarse a la Liguilla. Matías Britos empujó el esférico, tras un mal rechace del portero de los “Xolos”, Federico Vilar. El atacante auriazul hizo el tanto que encaminó el triunfo felino.
Al 88’, Ismael Sosa puso la puntilla al convertir en diana un centro raso. Fue la conclución de un partido en el que Universidad vuelve a soñar con la Liguilla.