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El FC Barcelona no tuvo piedad del Deportivo y le ridiculizó (0-8) en su visita al estadio de Riazor, donde empezó a cerrar la herida que le habían abierto los cuatro choques anteriores de Liga y la eliminación de la 'Champions'.
Apoyado en una actuación estelar de Luis Suárez -cuatro goles y tres asistencias-, el equipo azulgrana se dio un festín a partir del 0-2, en el minuto 24.
El Deportivo le había perdonado dos veces con 0-1 en el marcador, pero cuando Suárez encontró portería por segunda vez, el conjunto coruñés decayó y recibió otros seis goles en el segundo periodo, una medicina para el Barcelona.
Con las novedades de Dani Alves y Marc Bartra en la alineación, el conjunto catalán se encontró en Riazor con un Deportivo replegado, preparado para la contención con un trivote y dos laterales derechos, uno de ellos (Juanfran) a pierna cambiada, y con un par de jugadores descolgados en campo rival dispuestos a cogerle la espalda a la zaga azulgrana.
Después de cuatro encuentros sin ganar y sin vidas extra, al Barcelona se le notó algo nervioso en los minutos iniciales, especialmente en la retaguardia, y Luis Enrique no tardó en pedir a sus jugadores que adelantaran la línea defensiva para tratar de dejar en fuera de juego a la principal amenaza del Deportivo, su máximo goleador, Lucas Pérez.
Si atrás es frágil, arriba, el Barça es demoledor, a pesar de que en noches como la del partido ante el Valencia el pasado fin de semana le faltara acierto a su tridente.
Iniesta encendió la luz en la línea de tres cuartos de ataque a los siete minutos, superó a la defensa del Dépor con un pase talentoso y Suárez calibró la puntería con un disparo al lateral de la red.
El conjunto coruñés apenas había dado señales en ataque -solo un disparo de Riera a los diez minutos- y en defensa, como el Barcelona, era permeable a pesar de la acumulación de jugadores.
Manu Fernández, tercer portero del Deportivo y titular por las lesiones del argentino Germán Lux y Fabricio Agosto, atinó en la primera ocasión clara del conjunto azulgrana, un remate de Messi a pase de Suárez que despejó a saque de esquina, y ahí, a los once minutos, acabó el cerrojazo blanquiazul.
El córner lo ejecutó Rakitic, Luis Suárez empujó al brasileño Sidnei Rechel sin que De Burgos Bengoetxea y sus asistentes le vieran, y resolvió después en el área pequeña para adelantar al Barcelona ante el peor equipo de la Liga en estrategia -trece goles en contra-.
Poco después, el conjunto azulgrana pidió penalti por una caída de Suárez ante Álex Bergantiños y el Deportivo despertó superado el primer cuarto de hora.
En dos minutos, el equipo gallego perdonó el empate e incluso la remontada en las botas del internacional costarricense Celso Borges, que se quedó dos veces solo ante el chileno Claudio Bravo.
En la primera, a pase de Lucas, no se lo creyó y remató flojo; en la segunda, regateó al portero y Bartra se cruzó para interceptar su disparo.
No marcó el Deportivo y sí lo hizo el Barcelona para coger tranquilidad y confianza y, de paso, apagar a su rival con la conexión Messi-Suárez.
El uruguayo definió ante Manu y antes del descanso pudo anotar el tercero, pero perdonó la sentencia a centro de Alves.
El Barcelona ya había visto al Deportivo levantarle un 2-0 en los dos anteriores encuentros, ambos en el Camp Nou, y volvió de vestuarios dispuesto a finiquitar el choque y evitar cualquier sorpresa.
En minuto y 24 segundos, Suárez asistió a Rakitic para que el Barcelona dejara resuelta la primera de las cinco últimas finales.
El conjunto azulgrana de dio un festín ante las facilidades que le dio el Deportivo, que se rompió para buscar una reacción que no encontró.
Todo lo que le entró al Barcelona se le negó al Deportivo, especialmente a Lucas Pérez, que probó a Bravo con un potente remate y perdonó otra oportunidad en boca de gol ya con 0-5 en el marcador, el cuarto con un pase de Messi a Suárez y el quinto, obra del uruguayo con asistencia del brasileño Neymar.
Luis Enrique, que ante el Valencia no había hecho cambios, refrescó a su equipo y aún llegaron otros tres goles, uno de Messi a pase de Suárez, otro, espectacular, de Bartra, que rubricó su vuelta al once con una galopada que terminó por ridiculizar al Deportivo, y el de Neymar para poner la puntilla a falta de once minutos.
hgm