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Clínica de Periodismo
Gritos de todo tipo, de toda clase son los que se escuchan en cuanto los jugadores de la Selección Nacional Mexicana aparecen en el Terminal Dos del Aeropuerto de la Ciudad de México.
“‘Chicharito’ [Javier Hernández], gran gol”... “[Miguel] Layún, bueno por ese pase al ‘Chicharito’”... “A la próxima Marco [Fabián] vas a meterla”.
Pero los seleccionados, aunque se dejaron ver, poco respoden al público, unos 50 aficionados que se desmañanaron para alentar a sus ídolos que salían de siete en siete, resguardados por la seguridad aeroportuaria.
Como siempre, Javier Hernández fue quien se llevó los gritos de apoyo, y le siguió muy de cerca Miguel Layún.
Rafael Márquez y Andrés Guardado, capitanes del Tri, simplemente saludaron y sonrieron a los aficionados que pedían tomarse una foto con ellos, otros, entre los que se organizaba la “graciosa huida”, accedían a posar y decir algunas palabras.
Alfredo Talavera, portero titular del equipo tricolor, dijo que el triunfo logrado en Vancouver ante Canadá, les da mucha confianza para los próximos enfrentamientos de la fase de grupos. “Estamos muy contentos, no sólo por el triunfo, sino por todo el trabajo en conjunto que demostramos fuera y dentro del terreno de juego”.
Detrás de él, José de Jesús Corona sonríe a todo el que se lo pide, sin soltar de los hombros a ‘Tala’, su competencia por defender el arco del equipo nacional.
Jesús Molina, contención de Santos Laguna, expresó su deseo de ver el Estadio Azteca lleno el próximo martes cuando los candienses paguen la visita. “Siempre es bonito sentir a la afición cerca de ti, y más que ahorita traemos este buen nivel”.
Aceptó que la gente también juega un papel muy importante en los partidos de casa.
Juan Carlos Osorio, técnico nacional, pasó inadvertido entre el mar de gente, nadie lo topó, nadie le pidió hablar y cuando alguien lo reconoció y quiso robarle una fotografía, un autógrafo o una declaración, el colombiano se acordó de sus tiempos de futbolista, realizando algunos regates dignos del ‘Chucky” Lozano o el ‘Tecatito’ Corona y sin dar su brazo a torcer, logró llegar invicto hacia el ascensor que lo llevaría hasta donde se encontraba el autobús.