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Johan Cruyff [25 de abril de 1947-24 de marzo de 2016] fungió como el inventor del balompié como una de las bellas artes contemporáneas. Transformó el deporte de patear balones en una disciplina estética en donde la belleza representa un fin más que un medio.
“Al futbol siempre debe jugarse de manera atractiva. Debes jugar de manera ofensiva, debes ser un espectáculo”, acuñó el holandés para dejar inmortalizada su filosofía.
Artista del esférico que generó una revolución conceptual y estratégica como jugador y entrenador. Ícono del denominado “Futbol Total” en el que sus conceptos básicos son: posesión de la pelota, presión sobre el rival si tiene la redonda y triangulaciones de pases hasta poder llegar a la meta contraria.
“El futbol es un juego que se juega con cerebro. Debes estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Ni demasiado pronto, ni demasiado tarde”, definió el ‘Flaco’.
Puso énfasis en la técnica. Sin ésta, el futbolista no puede considerarse completo.
“Cuando tienes la pelota, debes ser capaz de pasarla correctamente. y cuando te pasan la pelota, debes ser capaz de controlarla”, explicó.
Fue más allá. Cuando la preocupación de la época en donde jugó —década de los 70 del siglo pasado— era la condición física, Cruyff dijo que no. Como un rebelde revolucionario argumentó que lo importante es el recorrido del balón.
Influyó en todos los aspectos del deporte más popular del planeta desde el terreno de juego hasta el márketing. El futbol de hoy no puede entenderse sin esa figura rubia, espigada, con unos pies tan rápidos como su mente. Sus palabras nunca tuvieron desperdicio, fue un predicador que ha dejado apóstoles exitosos como Josep Guardiola, Frank Rijkaard y Luis Enrique Martínez.
Nació en el seno de una familia que habitaba en un barrio humilde de Amsterdam. Debutó en el Ajax , guidado por el legendario estratega, Rinus Michels, en donde ganó tres Copas de Europa. El Barcelona lo contrata en 1973 por por poco más de 401 mil dólares.
Resucita, entonces, a los blaugrana hasta llevarlos a conquistar su primera Liga en 14 años. Es el artífice de una victoria 5-0 sobre el Madrid en el Santiago Bernabéu.
Con su selección queda subcampeón del mundo en 1974. Curiosamente, el universo del futbol recuerda más a la Holanda de Cruyff que a la campeona Alemania.
Un revolucionario siempre tiene desencuentros. El ‘Flaco’ le dobló la mano a Adidas en esa justa mundialista al no querer portar su playera, “porque quería mi parte de dinero”. Johan, quien fumaba cigarros Camel en el medio tiempo, se negó a participar polémicamente en el Mundial Argentina 1978.
Como entrenador engendra al famoso ‘Dream Team’ barcelonista y guía a los culés a la conquista de la Copa de Europa en 1992.
Su huella como estratega sigue vigente. Su influencia en el imperio que ha formado el Barcelona en el futbol actual sigue vigente y se vis-
lumbra inacabable.
“Jugar al futbol es muy sencillo, pero jugar un futbol sencillo es la cosa más difícil que hay”, dijo.
Johan Cruyff logró que el futbol fuera el acto más simple del mundo. También el más bello.
El cáncer de pulmón que le arrebató la vida ayer, sólo hizo que su legado sea ahora inmortal.