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El mítico ex jugador y técnico holandés Johan Cruyff, fallecido este 24 de marzo, dejó huella en el futbol mexicano, tras su paso por Chivas de Guadalajara en 2012.
Menos de un año duró la relación entre uno de los jugadores más emblemáticos del mundo y el "Rebaño Sagrado", que en aquel entonces buscó al "Tulipán de Oro" con la intención de salir del bache que desde entonces atraviesa el club “rojiblanco”, que hoy en día pelea todavía por el no descenso.
El dueño de Chivas, Jorge Vergara, presentó a Cruyff el 23 de febrero de 2012 y el 2 de diciembre de ese mismo año se dio a conocer que la relación terminaría por la falta de objetivos y resultados que se establecieron en el contrato.
En ese tiempo, Vergara refirió tras el fichaje del holandés, que “traer a Johan Cruyff es como traer al Papá del futbol. Queremos dar un salto de calidad, corregir lo que estamos haciendo mal".
Sin embargo, para que los resultados esperados llegaran, Cruyff pedía dos años, pero es muy conocida la poca paciencia del dueño del Guadalajara.
El ex jugador y técnico del Ajax y Barcelona y pieza importante del futbol total impuesto por la Naranja Mecánica, tenía una colaboración lejana con los “rojiblancos” y de vez en cuando aterrizaba en suelo jalisciense, a las instalaciones de Verde Valle, para conocer los avances del proyecto.
En su paso por Chivas, Johan colocó a su compatriota John Van't Schip en la dirección técnica y alcanzó la liguilla del Apertura 2012, y previo al arranque del Clausura 2013 fue despedido cuando Cruyff ya no era más parte del cuadro mexicano.
Cruyff también fue pieza importante para que el estadio de Chivas cambiara el césped sintético al natural, para evitar lesiones de jugadores y propiciar un mejor funcionamiento, hoy en día es el único legado del holandés que permanece en el conjunto tapatío.