Por más que se esfuerza, hay algo que impide a Tomás Boy sonreír completamente.

El director técnico del Cruz Azul apenas atina a decir, tras la goleada al Monterrey, que “me voy contento, pero no contento, como diría un paraguayo”, en clara alusión a su goleador Jorge Benítez, quien se perderá el juego del siguiente domingo, ante los Pumas, por suspensión.

José de Jesús Aceves, auxiliar del ‘Jefe’, afirma que la acción en la que vio el cartón carmesí “no era expulsión, pero no la protestaremos”.

Única mácula en la exhibición de La Máquina ante un equipo que lucía poderoso, lo que llena de orgullo a sus integrantes.

“Es el partido más completo que hemos jugado. Hicimos las cosas muy bien y hay que seguir por este camino... Incluso, elevar el nivel”, aconseja el lateral derecho Omar Mendoza, quien marcó su primera anotación en el Máximo Circuito.

Felicidad que invade a cada cruzazulino. Intentan ser cautos, pero admiten el valioso golpe anímico que representa golear a uno de los principales candidatos al título.

“Una victoria así nos da mucha confianza, pero hay que estar tranquilos”, aconseja el volante argentino Ariel Rojas. “Lo que sigue es mantenernos y pensar en que aún falta torneo”.

Antonio Mohamed no busca pretextos a la catástrofe vivida por el Monterrey en el estadio Azul. Con la frustración marcada en el rostro, el ‘Turco’ admite que cuatro goles de diferencia fueron pocos para lo sucedido sobre el campo.

“Hicimos todo mal y el rival hizo todo bien. La sacamos barata”, admite el entrenador del Monterrey. “Nos pudieron hacer más goles”.

“Es un baño de humildad para nosotros; habrá que ver si podemos levantarnos. No metimos ni las manos. Ésta no es la realidad de Cruz Azul, ni la de nosotros”, apunta.

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