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Su despedida con el club que tanto ama estaría incompleta sin ese privilegio que distingue a quienes son líderes dentro y fuera del campo.
El sábado 5 de marzo, cuando Cuauhtémoc Blanco juegue su último partido como profesional —ante el Morelia— portará el gafete azulcrema.
“Iniciará el partido y será el capitán del América”, adelanta Ricardo Peláez, presidente deportivo de las Águilas, en declaraciones a Televisa Deportes Network. “Va a salir desde el principio y, después, ya veremos si juega 30 minutos... O a lo mejor 45’. Vamos a definirlo”.
Porque el actual presidente municipal de Cuernavaca se las ha ingeniado para no perder la forma física. Es lo único que necesita. La magia que emana de sus botines jamás acabará.
“Él me lo dijo: ‘Me estoy preparando y no voy a desentonar’”, comparte el directivo. “Se lo creo, porque es un gran jugador. Esperemos que sea una gran fiesta para todos los seguidores del América. Estará en el hotel de concentración”.
No podía ser distinto. Su deseo era decir adiós definitivamente con la playera que adora y en un encuentro con real valor para el club.
“Él nos lo pidió, quiere jugar, estar en la cancha, sentir la camiseta, a la afición”, describe Peláez. “Es un jugador que marcó diferencia en la institución. Habrá homenaje al medio tiempo, con su familia”.