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La palabra no es cómoda en el medio futbolístico. Pero los números del Guadalajara no dan lugar para otra. Sumar apenas ocho puntos de los últimos 30 en disputa dentro de la Liga MX es suficiente para utilizar el calificativo: crisis. Es lo que vive Chivas.

Para buena fortuna del Rebaño Sagrado, el mal paso de los Dorados de Sinaloa se ha convertido en un colchón para no caer con mayor dureza. Pero la derrota del sábado (0-2 ante el Morelia) enciende las luces de alarma, pues permitió que los Monarcas le igualaran en el penúltimo sitio de la tabla de cocientes. El descenso lo persigue.

El diseño del plantel, en lo que respecta a bajas y altas, estuvo en manos de José Luis Higuera, con el respaldo total de Jorge Vergara y la opinión de Matías Almeyda, quien solicitó las incorporaciones de Carlos Peña y Orbelín Pineda, quienes fueron los únicos refuerzos.

También se puede hablar del poco manejo de ventajas por parte del entrenador argentino, pues Chivas se ha ido arriba en el marcador en tres encuentros de esta campaña y en todos terminó sólo con un punto. Además, están las lesiones, que han impedido, por ejemplo, contar con una defensa central constante.

Sin embargo, el futbol se juega en el césped. Es ahí donde se pueden localizar fallas puntuales que han llevado al Rebaño Sagrado a un mal arranque del Clausura 2016.

La obtención de resultados es un tema colectivo cuando se habla de futbol, pero hay jugadores específicos, cuya baja de desempeño se puede identificar como uno de los factores más influyentes para el mal arranque de Chivas.

Carlos Salcedo. Sus errores son puntuales y costosos. En la fecha uno se quedó colgado al intentar cortar y dejó el hueco por el que entró Julio Furch para marcar el 2-2 de Veracruz. En la dos, dentro del área chica, se venció por la finta de Jorge Benítez, quien anotó el 1-1 para Cruz Azul. En la tres se distrajo, perdió la marca y permitió que Fernando Fernández, de Tigres, anotara de taconazo, aunque se encontraba en fuera de lugar. Y en la cuatro, quedó perdido en una pelota elevada, dejó solo a Pablo Velázquez, que hizo el primero de Morelia; además, se fue expulsado. La mente del joven defensor parece puesta en Europa.

Omar Bravo. La racha de Chivas es mala, pero la de Omar Bravo es similar: en 10 encuentros suma un gol. La última vez que hizo estremecer las redes contrarias fue el 1 de noviembre, cuando marcó de penalti el 4-4 ante Pachuca. Después de firmar el convenio que lo une dos años más con el Rebaño Sagrado, no ha vuelto a marcar.

Carlos Peña. Costó, según la gente cercana a la negociación, 8 millones de dólares. Es el futbolista más caro en la historia del Guadalajara y de él se espera demasiado, pero el arranque de torneo ha dejado claro que requerirá un tiempo de adaptación, sobre todo a la función que le pide el director técnico. Tuvo un prometedor arranque. Ante Veracruz marcó un gol y generó varias acciones de peligro con balones filtrados, encontrando espacios. Pero después de eso, ha dejado la impresión de quedarse corto. Matías Almeyda lo coloca detrás del centro delantero, como un enganche que tiene libertad de movimiento al frente, pero también tiene obligaciones de apoyo defensivo.

Raúl López. Durante 2015 se consolidó —tal vez— como el mejor centrador del futbol mexicano. Desde la lateral derecha se convirtió en el principal socio de Bravo. El ‘Deditos’ no sólo brilló en lo futbolístico, sino que además consiguió una mejora contractual. Pero en el actual torneo, no tiene un centro de gol.

Antonio Rodríguez. Titubeos en el arranque provocaron que su puesto en el arco fuera severamente cuestionado por la afición. En los tres partidos que ha jugado cometió errores. Ahora mismo ha cedido el puesto por una lesión que lo alejará dos semanas. Pero su regreso a la titularidad no es seguro, pues ha dejado dudas.

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