Más Información
hector.morales@eluniversal.com.mx
Se ha vuelto una costumbre ver a Darío Benedetto cabizbajo, frustrado. Se ha peleado con el marco. El delantero del América se topa con los porteros rivales, los postes o remates desviados. Tiene su peor inicio de torneo desde que llegó al futbol mexicano.
Seis jornadas en el Clausura 2016, mismas en las que se ha ido en blanco. Nunca le había pasado en ninguno de sus dos clubes (Tijuana y Águilas) en el amanecer de una campaña. Tiene 434 minutos sin poder marcar en esta temporada y acumula 526 minutos en total sin poder festejar una diana. Su última anotación se remonta a los cuartos de final del torneo pasado ante el León en el Estadio Azteca.
Desde que Benedetto llegó al Nido de Coapa, siempre logró ser el referente ofensivo. En los dos torneos anteriores fue el mejor anotador de las Águilas. En el Clausura 2015 marcó seis goles —igualado en el rubro con Oribe Peralta— y la campaña anterior hizo 10 tantos.
Ahora, su producción ofensiva ha venido a la baja. Ha ejecutado 10 disparos, de los cuales, dos han ido a portería. La sequía está lejos de preocupar al ariete emplumado. Sus palabras no muestran desesperación, todo lo contrario.
“No bajo los brazos, se están creando las oportunidades y las situaciones las tenemos, así que sólo queda cambiar esa racha y que empiece a entrar el gol”, expresa Benedetto. “Estoy tranquilo, sé que debo seguir peleando para que el equipo logre ganar”.
Rubens Sambueza y Oribe Peralta, ambos con tres anotaciones, han logrado cargar con el peso ofensivo de las Águilas. Contrario al artillero naturalizado mexicano, ambos han encontrado las redes con mayor
facilidad para dar tranquilidad a su técnico Ignacio Ambriz.
“Por suerte para el equipo, las opciones de Oribe y ‘Sambu’ están entrando y eso es lo importante, que si no puede convertir uno lo haga el otro”.
Ambriz ha mantenido la confianza en Benedetto. Lo ha mandado de titular en cinco de los seis encuentros que van hasta el momento en el Clausura 2016. Pese a su divorcio con el gol, le dio los 90 minutos en el encuentro del pasado viernes ante los Tiburones Rojos. Incluso, el estratega azulcrema lo defiende.
“Darío había sentido una molestia durante la semana previo al partido frente a Santos y el viernes estaba bien, estaba al cien por ciento y pensamos que podía integrar el equipo titular para buscar la victoria”, revela ‘Nacho’.