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daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
Compartió vestuario con Lionel Messi desde la preadolescencia y algunos visores del Barcelona consideraron que su techo futbolístico era más alto que el del hoy astro argentino, pero a Víctor Vázquez le desagrada la etiqueta de ‘mesías azul’.
Honesto, el volante español de La Máquina considera que puede aportar valiosas cualidades al equipo dirigido por Tomás Boy. Nada más.
Compararse con su ex socio en el ataque de las juveniles blaugranas ni siquiera le pasa por la mente.
“Salvador, para nada. No soy Messi, no soy Cristiano [Ronaldo]... Soy un jugador normal, que a lo mejor tiene características diferentes a otros”, sentencia Vázquez, quien jugó seis minutos en el choque del sábado anterior contra el León. “Voy a aportar lo máximo, sobre todo calidad, futbol —que es lo que quiere Tomás Boy— y vamos a ver cómo me conecto con el equipo. El martes [ante los Venados de Yucatán, por la Copa] ya se vio que bastante bien”.
“Está claro que es un rival un poco más inferior a lo que vamos a esperar mañana [hoy, con los Jaguares de Chiapas] y en la competición [de Liga], pero vengo a aportar calidad, buen juego, trabajo en equipo y, sobre todo, goles, los cuales serían muy importantes para el equipo, ya que a veces nos faltan”.
La sangre fría que mostraba frente a la portería contraria provocó innumerables halagos durante la etapa de formación en el Barcelona. El catalán no olvida que su brillo, incluso, era superior al de la ‘Pulga’, aunque “eso fue hace muchos años”.
“Ahí era yo el delantero, pero soy un jugador que tiene sus características”, complementa. “Me considero bueno, por eso llegué a este equipo tan grande, pero no soy algún salvador. Ése tienen que ser todos los componentes de la plantilla y eso es lo que vamos a intentar”.
Pero el pueblo celeste ha depositado su fe en él. La razón es sencilla: se trata de un jugador hecho en la inagotable fábrica de magos catalanes conocida como ‘La Masía’.
“A la gente siempre le gusta que vengas de la cantera del Barcelona”, admite. “Marc Crosas me dijo que aquí se sigue mucho a ese equipo... Es una presión añadida a todo lo que ya tenemos de los 18 años sin ganar algo [en el torneo liguero], pero me gusta sentirla y vamos a dar lo máximo para que el Cruz Azul vuelva a estar allá arriba”.
Sitio al que se acostumbró desde que compartía vestuario con ese astro que hoy sí es considerado ‘mesías’, etiqueta que él prefiere hacer a un lado.
