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Pocas sonrisas iluminan la nublada mañana durante la práctica del subcampeón. Son muy tímidas, casi imperceptibles, pero eso no significa que la tensión ahogue al equipo dirigido por Guillermo Vázquez.
Con sólo tres unidades sumadas de nueve posibles y una derrota en casa (0-1 frente al Puebla), los Pumas están conscientes de que han arrancado mal el Torneo Clausura 2016, mas no consideran que la situación ya sea alarmante.
“Sería muy exagerado. El torneo pasado solamente perdimos un juego aquí”, recuerda el contención Alejandro Castro. “Es una llamada de atención, mas para encender los focos rojos, es muy prematuro decirlo”.
“(Debemos) estar conscientes de que no se hizo un buen partido (contra los Camoteros), y lo estamos. Si cada quien pensara que se hizo un buen trabajo, sería un grave error”.
Por lo que se enfocan en corregir las innumerables deficiencias mostradas durante el choque contra La Franja. Es lo que les apremia, a menos de un mes para su debut en la Copa Libertadores (18 de febrero, ante el Emelec de Ecuador).
No hay tiempo para distraerse, ni con los irregulares presentes que tienen los otros tres clubes denominados ‘grandes’ en el balompié nacional. Después de 270 minutos jugados, el América es el único de esos colosos ubicado en zona de fase final, aunque el canterano del Cruz Azul recuerda que lo importante es meterse con buen ritmo, cerca del nivel óptimo.
“Todos sabemos que no importa mucho cómo arranques, sino cómo termines”, subraya. “Por supuesto que es bueno tener cierto equilibrio a lo largo del torneo, pero —a final de cuentas— si entras a la Liguilla enrachado es lo trascendental, no si fuiste octavo o primero (de la tabla)”.
Filosofía que no debe ser mal entendida. Pese a que restan 14 duelos en la fase regular, Castro admite que las cuentas no les salen, porque presupuestaron tener mucho más que tres puntos a estas alturas.
“Honestamente, teníamos otra cosa en mente. No es lo que esperábamos, no hay que poner algún pretexto”, subraya. “No creo que pase por un tema físico. El equipo está haciendo un gran esfuerzo, pero esperábamos otra cosa y hay que trabajar fuerte para mejorar este camino”.
“Tenemos muy claro lo que nos da resultado y hay que enfocarnos en eso”.
Sólo pide paciencia, sobre todo a ese pueblo que comienza a inquietarse por el mal inicio.
El volante recuerda que la base del equipo que fue líder en el Apertura 2015, y llegó hasta la final, permanece intacta, por lo que debe ser cuestión de tiempo para que las sonrisas se acentúen.
“La afición no debe dudar, si el torneo pasado hicimos bien las cosas”, aconseja. “No pasa por un tema de entrega o esfuerzo... Eso está claro. (Lo del domingo) fue un mal día y nada más”.