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Es una eterna batalla en el futbol. Una pregunta permanente. ¿Qué pesa más: la frialdad de los números o la calidez de un estilo que agrade? En el caso del Guadalajara, las estadísticas no mienten. La efectividad del proyecto encabezado por Matías Almeyda se ha desinflado.
Tomando en cuenta el cierre del torneo anterior y el titubeante arranque del Clausura 2016, el Rebaño Sagrado ha sumado apenas ocho puntos en sus más recientes nueve presentaciones.
La mala racha de Chivas bajo el mando de Almeyda, comenzó en la fecha 12 del certamen pasado, en la visita a Ciudad Universitaria, donde el conjunto tapatío cayó frente a los Pumas (1-0).
El Clausura 2016 parecía un torneo esperanzador, tras las incorporaciones de Carlos ‘Gullit’ Peña y Orbelín Pineda. Sin embargo, los resultados positivos no se han presentado: Chivas ha comenzado con tres empates, frente a Veracruz (2-2), Cruz Azul (1-1) y Tigres (2-2).
Ni siquiera Almeyda encuentra razones claras. “Siempre que no hay triunfos, estar de este lado y dar explicaciones es difícil, pero estoy convencido de lo que vamos buscando y la conciencia que tienen los futbolistas de lo que nos estamos jugando”, explicó.
El proyecto tiene pros y contras después de 12 juegos de Liga. La efectividad de los números contra un estilo de a poco se define y agrada. Con el descenso como riesgo latente, pareciera que los resultados es lo único que importa, pero con Jorge Vergara todo puede pasar.