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edgar.luna@eluniversal.com.mx
Puebla ya tiene quién le pague.
La Comisión Disciplinaria obligó a Monterrey a que pagara los destrozos ocasionados por sus aficionados en el estadio de Puebla el domingo pasado, además de negarle la venta de boletos en todas las plazas que visite el cuadro regio durante este torneo, en lo que es un ejemplo claro, “de que la Federación y las autoridades no han trabajado a conciencia para combatir la violencia en el futbol mexicano”, dijo el ex secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, el abogado penalista, Gabriel Regino.
El comunicado emitido por la FMF, dice lo siguiente: “La Comisión Disciplinaria (...) informa que derivado de los hechos suscitados, durante el encuentro Puebla-Monterrey, efectuado el domingo 17 de enero en el estadio Cuauhtémoc y después de haber realizado la investigación correspondiente se imponen las siguientes sanciones:
“Primero. Se prohíbe la venta de boletos a los grupos de animación o a simpatizantes del Club Rayados de Monterrey, a todos los partidos en que actúe como visitante, por lo que resta del Torneo Clausura 2016. Segundo. El Club Rayados de Monterrey deberá cubrir al Club Puebla FC, el total del costo de las reparaciones al estadio Cuauhtémoc, originadas por los disturbios de los integrantes de su grupo de animación, previa comprobación del Club Puebla FC. Tercero. La Liga Mx deberá hacer del conocimiento de todos sus clubes integrantes esta sanción, a efecto de que eviten la venta de boletos a los grupos de animación del Club Rayados de Monterrey, so pena de incurrir en desacato”, dice el comunicado.
El club regio informó que las personas que fueron detenidas por estos hechos, “en caso de contar con abono, le será suspendido de manera inmediata por un año, por lo que quedarían inhabilitados para realizar una eventual renovación”.
Los daños a las 395 butacas que fueron quemadas, arrancadas y lanzadas al campo, ascendieron a cerca de 214 mil pesos, según informó el gobierno de Puebla.
Para Regino, lo ocurrido en Puebla y también en Veracruz con la agresión a Edgardo Codesal de parte del dueño de los Tiburones, es un claro ejemplo de que “seguimos en lo mismo. Es una muestra de la falta de una coordinación a nivel nacional entre clubes, barras, dueños de estadios, que tienen la obligación de impedir este tipo de actitudes violentas”.
El abogado penalista asegura que “toda acción de este tipo se genera por la omisión de los clubes, de los dueños de los estadios, autoridades municipales y estatales y la propia Federación, todos ellos son cómplices de la violencia. Desde hace 15 años hablamos del tema y sigue lo mismo año tras año. Hasta que no haya un evento luctuoso van a citar para resolver esto”.
Los esfuerzos realizados por la FMF, los procolos que se han anunciado contra los actos de esta clase, sólo son para el penalista “jugadas de fantasía. No hay un compromiso real... Es desilusionante. Estamos atrasados. Repito, hasta que no haya una muerte, tratarán de componer esta situación“, finalizó.
