Estados Unidos espera que Qatar coopere con una investigación sobre el proceso que otorgó la Copa del Mundo a esa pequeña nación del Medio Oriente, dijo el miércoles la secretaria de Justicia estadounidense Loretta Lynch.

La funcionaria aseguró que la alianza de Qatar en la lucha contra los militantes del Estado Islámico no tiene nada que ver con la pesquisa que adelanta Estados Unidos sobre la corrupción en el fútbol.

Estados Unidos trabaja en estrecha colaboración con las autoridades suizas en la investigación contra la FIFA. El caso suizo se concentra en la votación de hace cinco años para elegir las sedes de los mundiales de 2018 y 2022.

La candidatura de Qatar por 2022, más que la de Rusia por 2018, está bajo la lupa por numerosas acusaciones de compra de votos, que no han sido probadas.

"Seguiremos los hechos y la evidencia hasta donde nos lleven", dijo Lynch en una conferencia de prensa en Londres. "Y, sin importar quien esté a cargo de la investigación, ya sean los suizos o nosotros, creo que el papel de Qatar en ella ojalá sea de cooperación".

La base aérea al-Udeid, a las afueras de la capital de Qatar, Doha, es uno de los cuarteles del Comando Central de Estados Unidos, y desde allí despegan aviones que participan en la campaña bélica contra el Estado Islámico en Siria e Irak.

La importancia de la instalación militar para Estados Unidos fue mencionada por la primera dama Michelle Obama en una visita el mes pasado, pero Lynch dijo que las relaciones diplomáticas y militares con Qatar no tienen nada que ver con la pesquisa sobre corrupción en la votación para elegir la sede del Mundial.

"Creo que tomamos nuestras decisiones basándonos en el caso, basándonos en la evidencia, basándonos en los hechos, y basándonos en lo que sea apropiado si descubrimos un problema o corrupción o una violación de las leyes que lleve a un caso en Estados Unidos", dijo Lynch. "Actuaríamos con ese fundamento".

Lynch ha encabezado la investigación del Departamento de Justicia estadounidense sobre la corrupción en el fútbol, que detonó en mayo cuando fueron acusados 14 dirigentes del fútbol y empresarios del marketing deportivo. Otros 16 hombres fueron acusados la semana pasada por el pago de sobornos, incluyendo a los presidentes de la Conmebol y la CONCACAF que fueron arrestados en Zúrich poco antes del inicio de una reunión del comité ejecutivo de la FIFA.

Estados Unidos expresó desilusión porque Juan Angel Napout, el líder de la Conmebol, "intentó proyectarse como un vehículo para las reformas" en la FIFA, mientras se enriquecía de la corrupción.

"Es importante que la FIFA se asegure de tener los procesos de revisión apropiados, y que tengan una idea clara de las metodologías específicas que tienen que implementar, y que sin importar de dónde vengan, hay metodologías y mecanismos que fortalecerán a la organización", dijo Lynch.

Las CONCACAF también está metida de llena en el escándalo, y sus tres últimos presidentes están acusados por Estados Unidos. El presidente actual Alfredo Hawit fue arrestado junto con Napout en Zúrich, y el organismo rector del fútbol en Norte, Centroamérica y el Caribe decidió esta semana que será dirigido por un comité hasta que se elija un nuevo presidente en mayo.

"Hay que juzgar a las personas por sus acciones, y ver cómo los próximos líderes manejan esta responsabilidad, porque es una responsabilidad para la CONCACAF en especial, también para la Conmebol, y para la FIFA como la organización matriz", dijo Lynch.

La funcionaria rehusó hablar sobre el suspendido presidente de la FIFA Joseph Blatter, quien está bajo la lupa de las autoridades estadounidenses pero no ha sido acusado. Blatter también es investigado por los suizos por un pago de dos millones de dólares al líder de la UEFA, Michel Platini.

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