La selección de Malí avanzó a la final del Mundial Sub-17 al derrotar por 3-1 a Bélgica, que opuso una tenaz resistencia, pero que al final debió doblegarse ante el mejor futbol del conjunto africano.
El primer tiempo terminó con una justa paridad 1-1 entre dos equipos que ofrecieron un espectáculo entretenido, de buen trato al balón y con oportunidades de gol en ambos lados, con dominio alternado de europeos y africanos, pero en el segundo tiempo, Malí inclinó por completo la balanza a su favor para convertirse en el primer finalista de la Copa.