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Fue una reacción tan instintiva como sincronizada. Ismael Sosa y miles de gargantas universitarias desahogaron toda su furia antes de que la redonda terminara de escurrirse por la portería más odiada, la de ese equipo al que los Pumas han dejado en una situación poco cómoda de cara a la Liguilla.
Eso explicó el delirio del atacante argentino y la marabunta con la que fue a celebrar. Sí, el tanto sólo permitió al líder del Apertura 2015 salir con vida del Estadio Azteca (1-1), mas lo realmente trascendente es que rescató el orgullo de un pueblo que siempre exige no ser derrotado por ese equipo que representa todo lo que detesta.
Unidad que reafirmó a los dirigidos por Guillermo Vázquez como principales candidatos a dar la vuelta olímpica en unas cuantas semanas. Buena para terminar con el futbol pendular del América, que en la última jornada protagonizó su primera igualada en el campeonato.
Los Pumas llegaron a Santa Úrsula con 191 minutos de anemia frente a los amarillos. La racha finalizó en 261, cortesía de la magia de Daniel Ludueña y el arrojo de Gerardo Alcoba. El ‘Hachita’ construyó aquella fantástica pared con el central. Su servicio fue preciso para Sosa. Lo demás, simple rutina para un genuino depredador del área (70’).
Décimo festejo del sudamericano en el certamen. Finalizó la etapa regular como el máximo realizador de un plantel en el que cualquiera tiene la capacidad de anotar, aunque el póquer que conforma junto a Eduardo Herrera, Matías Britos y Fidel Martínez atrapa reflectores. Ninguno de los 17 clubes restantes fue capaz de mantener inmaculada su portería ante los felinos.
Carlos Darwin Quintero ofreció una de sus mejores exhibiciones con la elástica amarilla. El ‘Científico del Gol’ se reencontró con una versión muy parecida a la que presumía con el Santos Laguna. Esfuerzo estéril, al igual que el de Rubens Sambueza, quien marcó gol tras poco más de 15 meses de sequía. Por lo que corrió desenfrenado a encarar a la auriazul grada sur del Azteca después de aquel toque de billarista con el que superó al ‘Pikolín’ arquero, quien había desviado el ensayo de Darwin (37’). No anotaba desde el 16 de agosto de 2014, frente al Morelia.
Su grito le permitió sacar el cúmulo de sentimientos en una semana en la que parece haber iniciado el colofón de su exitosa historia con los amarillos. Todo parece indicar que saldrá para fichar con el Monterrey o los Xolos. Ya habrá tiempo de despedirse durante la Liguilla. Esa a la que el América ingresa con dudas y la molestia de no terminar en la parte más alta, la que pertenece a unos felinos que lucen como el principal candidato a bordar la anhelada estrella en su escudo.