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edgar.luna@eluniversal.com.mx
El América-Pumas no es un juego más.
Las frases están hechas y son repetitivas, pero al mismo tiempo son contundentes: “Se juega el orgullo”. “Es un partido por el honor”. “Hay que dejar la sangre”.
Pero para Bruno Marioni, este juego va más allá. “Este Clásico te deja marcado”.
El llamado ‘Barullo’ militó en los Pumas del Clausura 2004 al Clausura 2006, convirtiéndose en pieza fundamental del equipo Bicampeón bajo las órdenes de Hugo Sánchez y hoy ya retirado, a la distancia, a la espera de tener una oportunidad como director técnico, recuerda aquellos juegos contra el rival de la ciudad, no olvidándose de lo que viven en el presente.
“Aunque este torneo ya está definido en cuestión de tabla, ganar este tipo de partidos siempre te eleva el ánimo de cara a la Liguilla y en lo particular define mucho tu futuro como jugador”, dice a la espera del partido que definirá quién manda en la capital.
Águilas y felinos se ven las caras en la última fecha regular del Torneo Apertura 2015. Universidad Nacional ya es líder del certamen. Aunque pierda seguirá en la punta, pero si gana podría mandar al odiado rival hasta el octavo lugar en cuestión de Liguilla.
Así que hay mucho en juego y Marioni lo acepta: “Hay honor, pasión, vergüenza, ver quién puede salir a la calle en los siguientes días, pero más que nada, son juegos que te dejan algo especial, porque si te va bien, la afición, la directiva, todos se quedan con un recuerdo especial de ti, igual si te va mal. Por eso digo que te deja marcado”.
En su época de jugador, afirma, “me fue bastante bien contra América, le hice bastante goles a Memo [Ochoa], un gran portero. De esa época sobreviven Darío [Verón, actual capitán universitario] y ‘Pikolín [Alejandro Palacios], que en ese tiempo era suplente, de América creo que no hay nadie”.
Tiempos idos. Los buenos tiempos, época de camaradería en el vestidor y lucha en el terreno de juego, tiempos que ya no volverán, pero que no se olvidan. “Los Clásicos contra América siempre los esperaba con ansia, había emoción y también mucha responsabilidad y reitero, hay mucho más que tres puntos en juego, el sentimiento que proyecta este juego te lleva a jugar al límite”. Por eso reitera, “el Pumas-América es de lo más especial que jugué en México. Es un Clásico que te marca, para bien o para mal. Un mal accionar en ese juego no se olvida, tampoco uno bueno”.
Marioni no necesita decir que espera un triunfo felino, y no tiene que decir que no le sorprende que a Memo Vázquez le vaya tan bien en la dirección técnica. “Es una buena persona. Es un tipo honesto, trabajador. Cuando se trabaja con honestidad y de buena forma, los resultados en cualquier momento te llegan. Me da mucha alegría que a Memo se le estén dando las cosas y que tenga a Pumas de nueva cuenta en todo lo alto, donde merece estar”.