Más Información
Sheinbaum se posiciona sobre iniciativa que busca regular contenido de influencers; “Yo creo en la libertad de expresión", dice
Pedro Haces justifica uso de helicóptero privado de Ricardo Monreal; “quien trabaja anda en cielo, mar y tierra”, dice
Sheinbaum recibe en Palacio Nacional a legisladores de Morena y aliados; “voy a darles un aplauso por todo su trabajo”, dice
Fernández Noroña lamenta declaraciones de Ken Salazar; "un día dice una cosa y al otro dice otra", señala
Mucho se hablaba de que los catrachos simplemente odian todo lo que tiene que ver con México, lo que huele a México, que no podían ver ni en pintura todo lo que provenga del país... Pero la realidad es otra.
En Honduras están más enterados de lo que ocurre fuera de su casa que en la suya. Se quejan de que “las Chivas pueden descender”... que “Cruz Azul está fuera de la Liguilla”, que... “Omar Bravo no fue llamado por Osorio”, y hasta de qué pasó en la última telenovela del horario estelar.
Los aficionados catrachos están más interesados en lograr un autógrafo de Javier Hernández que de insultarlo, y eso hace preguntarnos en la Barra Brava... ¿dónde andan, hondureños?
Estadio Olímpico, elefante blanco
Cuando se nombra el Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, los mexicanos tiemblan, porque en ese inmueble nos va mal, pero —quién lo dijera— allá en Honduras lo consideran un “elefante blanco”, porque prácticamente no se utiliza. No hay equipo de Primera para jugar ahí, así que sólo hay juegos de liga regional, algunos espectáculos masivos y nada más.
A pesar de ser un estadio relativamente nuevo (abrió sus puertas en 1997), la realidad es que el Olímpico se encuentra muy deteriorado; además, el clima es insoportable y no hay suficiente infraestructura en la ciudad como para traer a un equipo de Liga nacional. Entonces, ¿cuál es su razón de ser? Simplemente que a la selección de Honduras le va bien ahí, prácticamente no pierde, y con eso, ya valió la pena.
La “guerra” contra México
La prensa mexicana ha sufrido en demasía por la “guerra” que hay con los seleccionados nacionales que han decidido simplemente limitar el contacto con los medios y, para acabarla, los jugadores de Honduras no han desentonado, ya que cada vez que un fotógrafo o reportero mexicano les pide una foto o una declaración, simplemente los ignoran.
A los catrachos no les gusta posar para nadie que no sea la prensa local, con la que se han prestado para hacer de todo.
La sorpresa es que Jorge Luis Pinto, el técnico colombiano de los hondureños, es quien más amable se ha portado con los medios de comunicación mexicanos. Eso sí, no deja de manifestar que en lo que respecta al futbol, simplemente le caemos mal y quiere que no nos vaya bien. Qué sincero.