El técnico de la selección alemana de fútbol, Joachim Löw, estuvo a punto de cancelar el partido amistoso previsto para mañana contra Holanda por los atentados terroristas perpetrados el viernes en París.

"A la mañana siguiente, cuando aterrizamos en Fráncfort, tuve la sensación de que este partido no podía y no debía disputarse", dijo Löw.

El once alemán jugaba un partido amistoso contra Francia el viernes por la noche en el Stade de France cuando se produjeron los ataques. Tres terroristas se inmolaron a las puertas del estadio, causando la muerte de otra persona. Se cree que su intención era ingresar al estadio para causar una matanza.

El equipo germano, que había tenido que evacuar esa mañana su hotel en París por una falsa alarma de bomba, pasó la noche en los vestuarios y abandonó la capital francesa de forma anticipada en la mañana del lunes.

"Pero después de meditarlo una noche y de hablarlo largamente, a todos nos quedó claro que esta partido que naturalmente debía tener lugar", explicó Löw en la antesala del duelo que se celebrará bajo reforzadas medidas de seguridad en el estadio de Hannover, en el norte del país.

"Por supuesto que acompañaremos en el sentimiento a los familiares y amigos de las víctimas. En cada fase del partido vamos a sentir con ellos y mostras nuestras condolencias (...) Este partido tiene un mensaje claro en favor de la libertad, la democracia y la solidaridad
hacia nuestros amigos franceses", expresó.

Löw dijo que espera "que la rivalidad deportiva que siempre hubo entre Alemania y Holanda pase mañana a un segundo plano".

"Creo que si disputamos este partido habremos ganado, independientemente del resultado", sentenció.

El mánager el equipo, Oliver Bierhoff señaló que las medidas de seguridad han sido redobladas, también debido a la presencia de políticos encabezados por la canciller Angela Merkel.

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