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Los aficionados inquietos que planean asistir a la Eurocopa del próximo año en 10 ciudades francesas tienen la garantía del presidente del comité organizador de que la seguridad estará por encima de todo.
"Lo he dicho varias veces antes: la seguridad es la cosa más importante en juego para la Euro 2016", dijo Jacques Lambert en una entrevista con el diario deportivo L'Equipe, publicada tras los ataques terroristas del viernes por la noche en París que mataron a cerca de 130 personas y dejaron a cientos más heridos.
"Estoy impactado por las vidas perdidas, lo cual es aterrador", afirmó Lambert, presidente del comité organizador de la Euro 2016. "Pero desafortunadamente no estoy completamente sorprendido".
Se ha conjeturado que el torneo — el evento deportivo más grande en Francia desde la Copa Mundial de fútbol de 1998 — podría ser cancelado por razones de seguridad. Si bien reconoce que "todo es posible", Lambert fue firme en que esto no debería suceder.
"Todo es posible, cualquier cosa es concebible", dijo Lambert. "Pero sería admitir que para los que nos atacaron, valió la pena".
La Euro 2016, torneo en el que por primera vez intervendrán 24 selecciones, es la máxima cita del fútbol europeo. Pero ahora se habla de dudas sobre qué tan seguro podría ser, y Lambert admitió que "nadie puede aparentar ser capaz de frenar acciones como ésta al 100%".
Incluso si cada estadio esté bien salvaguardado, queda la preocupación sobre los 'fan zones' en cada una de las 10 ciudades donde los fanáticos se reunirán a ver los partidos en pantallas gigantes. Millones utilizarán esas zonas durante los 51 encuentros del torneo, ofreciendo potencialmente 51 oportunidades para atentados terroristas.
Lambert habló con el presidente suspendido de la UEFA, Michel Platini, después de los ataques.
"(Platini) expresó la necesidad de hacer frente a esto tomando el tiempo necesario y dando a nosotros mismos los medios para aprender de todo lo que ha sucedido", dijo Lambert.
La oleada de ataques comenzó el viernes por la noche con el sonido de explosiones afuera del Stade de France, donde Francia y Alemania disputaban un amistoso, y donde los galos ganaron la final del Mundial de 1998 ante Brasil en un ambiente jubiloso, muy ajeno al sombrío presente que se vive en París.
El estadio, sede del Mundial de atletismo en 2003, será el escenario del partido inaugural de la Euro 2016 el 10 de junio y la final un mes después. La seguridad será intensa tanto dentro como fuera del recinto, tras los informes de prensa de que al menos uno de los tres atacantes suicidas intentó ingresar al Stade de France el viernes antes que la seguridad se lo impidiera.
Dignatarios de gran relevancia estaban dentro del estadio, entre ellos el presidente francés Francois Hollande. Y entre los jugadores mismos se encontraba los alemanes que el año pasado se consagraron campeones del mundo y el volante francés Paul Pogba, uno de los talentos europeos de mayor proyección. Además había 80.000 aficionados.
Lambert dijo que Francia estuvo en alerta antes, dado lo que pasó en enero, con las masacres perpetradas en la revista Charlie Hebdo y en tienda de productos judíos, que dejaron 20 muertos, incluyendo a los tres agresores.
"Por desgracia, es un riesgo con el que hemos vivido por muchos años y muy en especial en los últimos meses", afirmó Lambert. "Sabíamos que ataque en una escala mayor iban a llegar algún día. ¿Cuándo? No lo sabíamos. Y nadie pensó que fuera a ser la noche (del viernes)".