En un puesto de control de la Policía, cuando los uniformados realizaban el registro de dos buses, que cruzaban por el corregimiento de Remolino, en Taminango (Nariño), los uniformados hallaron el cargamento de alucinógeno.

El alijo había sido repartido y ocultado de manera sigilosa en diferentes partes de los vehículos, en compartimientos secretos. Los policías para sustraerla tuvieron que hacer uso de destornilladores y alicates, para levantar el piso y las tapas metálicas que protegían la carga ilegal.

Apenas se halló el cargamento se produjo, entonces, la captura de los conductores de los vehículos de servicio público, quienes transportaban 515 kilogramos de cocaína y bazuco, encaletados en dos compartimentos adecuados en el piso y debajo de las sillas de cada automotor.

La droga, distribuida en paquetes, estaba envuelta en cinta color café, látex negro y bolsas plásticas, informó la Policía.

Cada paquete tenía un número y algo en particular que llamó la atención de los policías, que llevaban una marca, el sello de una herradura. Se trata del distintivo con el que se identifica la estructura narcotraficante que pretendía ubicar en el mercado negro de Chile el alcaloide.

Los buses, que habían salido de Cali, transportaban hinchas de la Selección Colombia que viajaban para asistir al partido que se jugará el próximo jueves 12 de noviembre en la capital de este país, y que corresponde a las eliminatorias al Mundial de Fútbol Rusia 2018.

Capturados, vehículos y sustancia, quedaron a disposición de la Fiscalía URI de Pasto, por el delito de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.

Los hinchas que iban como pasajeros fueron transbordados a otros vehículos para que continuaran su viaje a Chile.

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