Franz Beckenbauer firmó un contrato para ofrecer "varios servicios" a un dirigente de la FIFA ahora acusado de corrupción, justo antes que Alemania ganara la votación para organizar la Copa del Mundo de 2006, dijo el martes el presidente interino de la federación alemana de fútbol.

Rainer Koch dijo que el contrato de Beckenbauer con Jack Warner no incluía "beneficios directos de dinero en efectivo", pero sí "varios servicios, como (partidos) amistosos, ayuda a entrenadores de la CONCACAF y entradas para los partidos de la Copa del Mundo". No hay indicios de que el contrato haya sido implementado, dijo Koch en un comunicado.

Agregó que Beckenbauer no tenía poder para realizar semejantes pactos por su cuenta, que hubiesen requerido la aprobación de la junta de la federación, algo que se menciona en el contrato.

Koch dijo que el contrato fue redactado cuatro días antes de que la FIFA votara en 2000 para elegir la sede del Mundial de 2006, que Alemania ganó por un voto sobre Sudáfrica.

La más reciente revelación aumentó la presión sobre Beckenbauer para que hable sobre las acusaciones de corrupción que rodean al Mundial de 2006.

El ex astro de Bayern Munich, quien ganó mundiales como jugador y entrenador de la selección alemana, fue una figura crucial para que Alemania recibiera la sede, y luego presidió el comité organizador.

El presidente de la federación alemana Wolgang Niersbach renunció el lunes en medio de un escándalo por acusaciones de compra de votos.

"Exhortamos (a Beckenbauer) a que contribuya a explicar lo que ocurrió", dijo Koch antes de revelar el contrato. Koch es uno de dos presidentes interinos a cargo de la federación tras la renuncia de Niersbach.

Reinhard Rauball, el otro presidente interino, dijo que la firma del contrato entre Beckenbauer y Warner podría ser considerado como un intento de soborno, sin importar si el pacto fue implementado o no.

"Tiene que ser visto así, o que al menos eso fue contemplado", dijo Rauball al canal Sky Alemania.

Los periódicos Sueddeutsche Zeitung y Bild fueron los primeros que vincularon a Beckenbauer con Warner, quien fue miembro del comité ejecutivo que eligió la sede de 2006. Los dos periódicos dijeron que el borrador del contrato también tiene las iniciales de la mano derecha de Beckenbauer, Fedor Radmann, quien antes había negado la existencia de cualquier intento de compra de votos.

Warner, que renunció hace cuatro años, ha sido suspendido de por vida por el comité de ética de la FIFA y encara denuncias de corrupción en Estados Unidos, que busca su extradición de Trinidad y Tobago.

Warner era en ese entonces presidente de la CONCACAF.

Al suspender a Warner en septiembre, la FIFA dijo que "cometió continua y repetidamente muchas y varias irregularidades durante su etapa de dirigente en distintas posiciones elevadas e influyentes en la FIFA y en CONCACAF".

La FIFA dijo que Warner estuvo involucrado en la "oferta, aceptación y recibo de pagos no revelados e ilegales". Warner niega toda irregularidad.

El oriundo de Trinidad y Tobago es una de las figuras principales en la acusación del Departamento de Justicia estadounidense por un pago de 10 millones de dólares de dirigentes del fútbol sudafricano a la CONCACAF, que según las autoridades fue a cambio del respaldo de Warner a la candidatura de Sudáfrica para el Mundial de 2010.

El semanario alemán Der Spiegel reportó por su parte hace más de tres semanas que un fondo secreto fue utilizado por dirigentes del fútbol alemán para comprar cuatro votos asiáticos antes de la votación en el 2000.

Niersbach desmintió toda compra de votos pero explicó al fundamentar su renuncia en "situaciones que han surgido" en los últimos días que le han llevado a "asumir responsabilidad" y renunciar, a la vez rechazando toda culpabilidad.

Al hablar después de la renuncia de Niersbach, Koch dijo que un bufete legal contratado por la federación alemana para investigar el asunto encontró varios puntos que tienen que ser aclarados.

"Tenemos que analizar detenidamente las circunstancias en las que se consiguió la Copa del Mundo de 2006", dijo Koch.

Hasta ahora, los dirigentes alemanes han estado más preocupados por un sospechoso pago a la FIFA de 6,7 millones de euros relacionado con el Mundial de 2006, por el que también hay abierta una causa por fraude fiscal.

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