Un hecho absolutamente inusual. En el palco donde se encontraba la directiva del Veracruz, el todavía jugador de Chivas, Ángel Reyna, estuvo durante todo el encuentro correspondiente a los Cuartos de Final de la Copa MX, en el Estadio Omnilife. Desde ahí observó la victoria en penales del Rebaño Sagrado.

Platicó con sus amigos dirigentes. En los Tiburones Rojos, su anterior club, es querido. Por eso, después del duelo, el técnico visitante, Carlos Reinoso, ha expresado su deseo de contar nuevamente con el volante que actualmente se encuentra separado del primer equipo rojiblanco, por no compartir los objetivos grupales. El chileno le abre la puerta.

“Es mi 'hijo' y yo no reniego de los hijos. Por supuesto (lo contemplaría de regreso), mi Angelito conmigo tiene las puertas abiertas. No es cosa mía, es de la familia Kuri (propietaria del equipo jarocho), pero Angelito conmigo es una gente que amo desde que tenía 15 años”, sentencia.

Y por otra parte, rehúsa hablar sobre el castigo que la directiva de Chivas mantiene sobre el futbolista, aparentemente rechazado por el resto de sus compañeros en el vestidor rojiblanco. “No me meto, yo hablo de Angelito”, aclara el estratega sudamericano.

Es prácticamente un hecho que los días de Reyna con el Rebaño Sagrado están contados.

El entrenador argentino, Matías Almeyda, es contundente cuando se le cuestiona si el futbolista será tomado en cuenta en el tiempo que le resta al Torneo Apertura 2015. “Nosotros, como plantel, no, porque cuando fui presentado había un grupo y ese grupo es el que está ahora”, afirma.

Y cuando se le pregunta sobre el hecho de que el jugador estuviera en el palco con la directiva visitante, prefiere escapar a la polémica.

“Ante todo, ya lo dije una vez, es un tema dirigencial, y que no compete mi decisión en esto; después, cada uno toma la decisión que quiere y es respetable, yo en realidad estaba metido en el partido y no veo qué pasa en la tribuna”, finaliza el argentino.

jlc

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