El gol más dulce, el más gritado por los mexicanos en los dos lados de la frontera. Paul Aguilar no lo pensó. Entre la locura y la credulidad, agarró un balón de aire cuando el fantasma de los penaltis acechaba. El tiro del lateral derecho fue a las redes al minuto 118. México va a la Copa Confederaciones de Rusia 2017 y le pega en el orgullo a Estados Unidos, al que venció 3-2 en tiempos extras.

Interinato exitoso. Ricardo Ferretti puede decir, con sufrimiento incluido, que cumplió con la misión que le encomendó Decio de María, presidente de la Federación Mexicana de Futbol. El “Tuca” llevó al Tri a conquistar la Copa Concacaf, tarea para la que se le entregaron las riendas del llamado “equipo de todos”

Partido que inició con vértigo tricolor a la ofensiva. Dominio que se tradujo en una rápida apertura del marcador para México. En una brillante combinación entre Paul Aguilar, Raúl Jiménez, Oribe Peralta y Javier Hernández se gestó la ventaja parcial. El “Chicharito” empujó el esférico que le dejó en bandeja el “Cepillo” (9').

Lucía como un partido tranquilo para la Selección Mexicana. Control absoluto de la pelota, ante el desconcierto estadounidense notable. Pero la pelota parada, el eterno cáncer de los equipos nacionales, volvió a pesar. Un cobro desde la banda izquierda encontró a Geoff Cameron solo, sin marca, para hacer el tanto de la igualada.

El tanto en contra golpeó el autoestima mexicano. Los Estados Unidos emparejaron las acciones, aunque confirme pasó el partido se diluyeron y el Tri volvió a ser amo y señor del Clásico de la Concacaf. La falta de contundencia y los yerros arbitrales aparecieron. “Chicharito”, Oribe y Jiménez desperdiciaron opciones. El silbante Joel Aguilar perdonó dos manos en contra de los estadounidenses en su área que pudieron definir el partido. Factores que se combinaron para que los tiempos extras llegaran.

Había mucha tensión en el Rose Bowl de Pasadena. El macabro espíritu de los penaltis acechaba a México que fue superior de principio a fin en el Clásico de la Concacaf. Oribe encontró el gol que lucía como el de la victoria al 96'. Estados Unidos estaba fundido físicamente, pero mentalmente no.

De esa fortaleza se gestó el empate. DeAndre Roselle Yedlin filtró un pase para Bobby Wood que colocó entre las piernas de Moisés Muñoz. La sonrisa mexicana se borró al 108'.

Pero vino un golazo de Paul Aguilar para terminar con la racha de seis partidos sin ganar a los vecinos del norte. Fiesta mexicana en California: México va a la Copa Confederaciones de Rusia 2017.

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