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Foxborough, Estados Unidos.— Neymar anotó dos goles y oxigenó a Brasil, en una apabullante victoria a domicilio sobre Estados Unidos (4-1), en la preparación del conjunto sudamericano para el comienzo de las eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo Rusia 2018.
El 10 del Scratch du Oro entró en el descanso y le cambió la cara a su selección, que hasta ese momento se había contentado con administrar un gol de Hulk al comienzo del partido.
Nada más al entrar en el campo, el astro del Barcelona forzó un penalti y lo convirtió. Luego, fue clave para abrir espacios en el tanto de Rafinha Alcántara y anotó el cuarto de la noche en una buena jugada en el área.
Estados Unidos marcó el de la honra en el 90’, en un tiro lejano de Daniel Williams, que dejó en evidencia al portero Marcelo Grohe.
Resultado que genera dudas en el director técnico de los norteamericanos, el alemán Jürgen Klinsmann, de cara al choque del sábado 10 de octubre, en el Rose Bowl de Pasadena ante México, por un sitio en la Copa Confederaciones 2017.
Al igual que hizo el viernes ante Costa Rica, Dunga dejó a Neymar en el banquillo, porque el delantero está sancionado para los dos primeros partidos de las eliminatorias, contra Chile y Venezuela, pero anoche le dio más minutos al delantero del Barça.
Sin su estrella en el campo, el pentacampeón del mundo mostró orden por el centro de la cancha, donde se impuso ante un Estados Unidos débil, y capacidad para aplicar ataques quirúrgicos y en velocidad por las bandas. Los locales jamás hallaron la fórmula para contener al adversario.
De una internada por la derecha de Willian surgió el primer tanto, en el arranque del partido. El centro envenenado del extremo del Chelsea, desde la línea de fondo, se estrelló en el larguero y se convirtió en una asistencia perfecta para Hulk.
Hasta el descanso, Brasil administró sus fuerzas y tan sólo creó peligro en un par de subidas de Douglas Costa y de Marcelo por la banda.
La entrada de Neymar cambió el signo del partido. Su primera jugada propició el penalti que él mismo convirtió (0-2) y poco después hizo gala de una gran visión de juego al dejar pasar un balón para despistar a la defensa estadounidense y favorecer la arrancada de Lucas, quien asistió a Rafinha para el tercer festejo de la noche.
El cuarto tanto de la Canarinha siguió a una jugada del futbolista del actual monarca en Europa, dentro del área pequeña, donde se quitó a dos defensas rivales con un regate en un espacio mínimo. El alarido de la multitud fue instantáneo. La figura brasileña comprobó su estatus. Otorgó brillo a un encuentro en el que los sudamericanos presumieron el poder.
Neymar, incluso, rozó la posibilidad de ampliar el marcador en la ejecución de un tiro libre. El balón tocó las redes del marco que defendió Brad Guzan... Por el exterior.
Estados Unidos, en su única ocasión durante todo el cotejo, maquilló la derrota con un tiro desde fuera del área de Williams, que pilló desprevenido al portero de Brasil. De poco sirvió. Klinsmann tiene motivos para preocuparse. Redacción y agencias
