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Una auténtica parafernalia fue la que se vivió en la llegada de Argentina, pues cerca de 200 personas acudieron al hotel de concentración superando a la seguridad.
En su mayoría aficionados mexicanos portando camisetas de Argentina se apostaron en la entrada trasera del hotel donde llegó el autobús.
Por más de 30 minutos el equipo argentino se quedó arriba del camión esperando que la policía pusiera orden, el que sólo llegó cuando arribaron cerca de diez oficiales quienes junto con seguridad del hotel formaron una valla humana por la cual pasaron los jugadores y cuerpo técnico.
La locura se elevó cuando apareció Lionel Messi, la gente intentó abalanzarse encima pero el astro aceleró el paso.
Al final no hubo incidentes que lamentar aunque hubo gente que metió a niños pequeños dentro de la marea humana.
hgm