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Sergio Bueno sigue en el patíbulo y sus jugadores están conscientes de que otra derrota terminaría por romper la delgada cuerda que sostiene esa cuchilla ubicada sobre él. Motivo suficiente para soñar con dar el batacazo esta noche y propinarle al Monterrey su primera derrota en el moderno estadio BBVA Bancomer.

La Máquina llega con su peor racha en 11 años (cuatro reveses en fila), pero sus integrantes consideran que una victoria, sin importar las formas, les daría la fe en sí mismos que tanto necesitan. Para alcanzarla, es imprescindible despojarse de los errores cometidos en los más recientes juegos.

“En los años que llevo en Cruz Azul [casi seis], esta etapa es muy similar a la que vivimos con Memo Vázquez [durante el Clausura 2013]”, recuerda Christian Giménez. “De repente, ganamos un partido y llegamos hasta la final de la Copa, también de Liga”.

“Ojalá que se pueda dar de esa manera esta vez, ganemos un juego y la confianza no dé para retomar ese nivel que queremos”.

Con lo que salvarían a su cuestionado estratega y mantendría sus esperanzas de clasificar a la Liguilla. Son penúltimos, pero las bondades del sistema de competencia les permiten soñar con repuntar y alcanzar la etapa crucial del certamen.

Es por eso que presumen haber aprovechado la pausa ofrecida por la reciente fecha FIFA.

“Tuvimos dos semanas largas para mejorar en todos los aspectos, líneas, y buscar llegar lo mejor posible a este partido, en el que todos nos jugamos mucho”, admite el capitán Gerardo Torrado. “[Nos sirvieron] para afinar detalles y mejorar aspectos”.

Progresos que deben ser plasmados en el campo... O la filosa cuchilla caerá sobre Bueno.

“Sabemos que el partido con Monterrey es importante, porque tenemos que ganar y vamos a jugar ante un buen equipo”, sentencia el ‘Chaco’, cuya fe sigue intacta.

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